El Ayuntamiento de Mieres sacará de nuevo a concurso en las próximas semanas la gestión del albergue de animales de Mieres tras quedar desierto el primer proceso de licitación. Tal y como ya sucediese en el vecino municipio de Langreo, ninguna empresa ni protectora se ha presentado para asumir la tutela del equipamiento, y por el momento será la protectora avilesina Alma Animal, la que siga pilotando el depósito municipal de animales hasta que salga un nuevo gestor.

Las fuentes municipales consultadas por este diario explicaron que se están preparando unos nuevos pliegos de condiciones que elevarán, aunque no de forma significativa, la cuantía que recibirá la empresa que se haga cargo de las instalaciones de El Morgao y que en el primer concurso se había fijado en cerca de 50.000 euros. Sin embargo, las duras exigencias administrativas de las bases a las que obliga la ley, como son las garantías de solvencia económica, hacen que la posibilidad de presentarse al concurso esté muy limitada y excluya, casi de forma general, a las protectoras. Las fuentes consultadas explicaron que esa ley de contratos exige al menos una solvencia del 30 por ciento del contrato, lo que implicaría que en el caso de Mieres, si se licita por 3 años, la cuantía mínima a asegurar fuera de casi 50.000 euros, un dinero que muchas protectoras no tienen.

De hecho, tras quedar desierto el concurso en primera instancia, el Ayuntamiento podía haber adjudicado la gestión del albergue a la primera oferta que se presentase y que cumpliera las bases. Hubo una propuesta que se registró, pero fue precisamente ese requisito económico el que impidió que se pudiese adjudicar.

Por el momento, las responsables de la protectora Alma Animal, junto con las trabajadores y con los voluntarios del albergue están llevando la gestión. Y por el momento, parece que va por buen camino. Y es que pese a que está habiendo más entradas en la perrera en el último mes, lo cierto es que las instalaciones están cada vez menos masificadas. Y eso se debe a la importante red de casas de acogida que tiene la protectora.

Además, el trabajo de los voluntarios del albergue, que han puesto en marcha una campaña de obras de mejora en el centro, en el que ya han adecentado algunas jaulas, cierres, puertas y ventanas, además de desbrozar los alrededores, está sirviendo para que los animales que acaban en el depósito puedan tener una mejor vida.