El Ayuntamiento de Langreo ha dado orden a la Policía Municipal para que "revise y vigile todas las zonas peatonales" existentes en el casco urbano del concejo. El objetivo está claro: evitar que se conviertan en "aparcamientos", y dejar claro que "se trata de áreas en las que salvo excepciones no pueden entrar los coches, y menos aún, aparcar". La Policía ya ha sancionado a un buen número de conductores en los últimos días.

El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, explicó ayer que se le había dado orden a la Policía Municipal para que intensificase la vigilancia y su presencia en las zonas peatonales del concejo, sobre todo en las más transitadas, como la calle Dorado o el entorno del ayuntamiento en Sama o varios tramos céntricos de La Felguera. "Hemos recibido muchas quejas y denuncias", tanto de vecinos como de hosteleros y comerciantes, que denunciaban "que algunas de estas zonas peatonalizadas estaban siempre ocupadas por coches aparcados".

Sánchez apuntó que "ha llegado un momento en el que parece normal que se aparque en zonas en las que está prohibido hacerlo". De este modo, con la vigilancia y la presencia de los agentes en las calles peatonalizadas, se consigue disuadir a los conductores de usar las calles peatonales "como aparcamientos". Este dispositivo especial se realizará "durante un tiempo", porque el objetivo final es que "la gente se acostumbre a que no hay que aparcar en estas zonas". Con la presencia de los agentes, además de disuadir, los infractores se están llevando multas. "Están poniendo más que nunca", se quejaba ayer un vecino, que eso sí, entendía que "es cierto que aquí no se puede tener el coche".

La vigilancia se hace muy notoria en algunas calles céntricas, como la Dorado de Sama, en la que a lo largo de los últimos días, en las horas que hubo vigilancia, los únicos vehículos que entraron en la zona peatonal fueron los autorizados para la carga y descarga de mercancías.