La comarca del Caudal se ha rendido el fin de semana a la Virgen del Carmen. Lo han hecho, entre otros lugares, en el barrio de La Villa de Mieres y en La Vega del Ciegu, en Lena. Tres días de fiesta en los que los vecinos han disfrutado de las actividades, de la gastronomía y, sin duda, de una grandísima meteorología que ha lucido mucho más las celebraciones.

En el caso del barrio mierense de La Villa, la asociación de vecinos junto con dos negocios hosteleros de la zona fueron los encargados de organizar unos festejos que comenzaban el viernes, cuando se lanzaban los primeros voladores. La fiesta se terminaba ayer, y como ya es tradición si el tiempo respeta, la plaza del Carmen acogió la misa en honor a la virgen. Decenas de personas acudieron al oficio religioso y a recoger el bollu y la botella de vino que la asociación vecinal iba repartiendo en la propia plaza. El sacerdote celebró la Eucaristía bajo un incansable sol, y posteriormente, los fieles iniciaron la procesión por las calles del barrio antes de devolver la imagen de la Virgen a su templo. Tras la religión llegaron los actos más paganos, con una verbena amenizada por Luis y sus teclados para finalizar las fiestas, que el sábado por la noche volvieron, por tercer año consecutivo, a disfrutar de la tradición del "baile del farolillo", que consiste en bailar la danza prima en torno a un farolillo en la plaza del Carmen.

En la Vega del Ciegu, en Lena, también se homenajeó al Carmen. También se iniciaron el viernes y también ayer finalizaron con el día central de las celebraciones. Arrancaba a las doce el programa, con un pasacalles con gaita y tambor por toda la localidad, que animó a los vecinos a salir de sus casas para vivir en primera persona la fiesta.

A la una de la tarde arrancaba la misa en honor a la Virgen y la entrega del bollu a los socios de la entidad vecinal "El Carmen" de la Vega del Ciegu. A continuación hubo puya'l ramu y una sesión vermú, amenizada por David Payares, que fue el gran protagonista musical de las celebraciones.