El Museo de la Minería busca nuevos patronos para ampliar ingresos y poder potenciar su oferta expositiva. Contar con fondos adicionales es clave para que el Mumi pueda poner en marcha el Museo del Movimiento Obrero, que se emplazará en la antigua mina de San Vicente. La primitiva explotación ya está unida al edificio principal del Mumi por medio de una galería subterránea por la que circula un tren turístico. Sin embargo, la apertura, que los gestores del centro cultural de El Entrego planean afrontar el próximo año, está pendiente de completar los contenidos expositivos y, sobre todo, de disponer de los recursos suficientes para ampliar la plantilla actual del equipamiento.
Ahora el Mumi cuenta con ocho trabajadores y serían necesarios al menos cuatro más para echar a andar el Museo del Movimiento Obrero, según las estimaciones que maneja el director del Museo de la Minería, Santiago González Romero. "Hace falta tener al menos una persona de forma permanente en la mina San Vicente y a eso hay que sumar el tren turístico, la seguridad y las actividades que se puedan desarrollar allí".
El presupuesto del Museo de la Minería depende en un 80 por ciento de los ingresos que la propia instalación genera por la venta de entradas y la tienda. La mayor parte de ese dinero va a parar a sufragar los coste de personal y de mantenimiento. Por eso es fundamental encontrar nuevos patronos que se quieran implicar en el proyecto. El Principado pone 90.000 euros. La aportación de los últimos años de Maxam, unida a las que este ejercicio realizarán Hunosa y Orovalle como nuevos patronos, sumará un total de 54.000 euros: "La idea es tratar de captar nuevos patronos para implicar a nuevos actores en el Mumi y consolidar esa vía de ingresos con el objetivo de poder poner en marcha nuevas actividades en el centro".
El incremento de visitantes tras unos años de caída derivados de las crisis también está suponiendo un impulso para las arcas del centro cultural. El Mumi cerró el pasado ejercicio con 2016 con 60.188 turistas, casi 5.000 más que en 2015, y contabiliza en lo que va de año 26.800 visitas, 900 más que en el mismo período del ejercicio anterior. La actividad de 2016 se tradujo en unos ingresos propios de 347.736 euros, repartidos de la siguiente forma: 280.442 de la venta de entradas, 54.036 de los beneficios de la tienda y 13.258 de la máquina expendedora. Sumados otros conceptos, la cifra fue de 359.756 euros.
El peso de esos ingresos propios ha ido en ascenso en los últimos años, hasta alcanzar el porcentaje récord del 79,99 por ciento del pasado año. Hasta 2009, la contribución de las entidades fundadoras y los ingresos derivados de la actividad diaria estaba equilibrada al 50 por ciento, aproximadamente. Sin embargo, la crisis económica no sólo trajo un descenso de visitas sino un recorte de la aportación de lo patronos. El Principado la redujo de forma considerable y la de Cajastur desapareció.
