La renuncia de Tomás Cueria a la Alcaldía de Caso hizo que la socialista Rocío Allande -número dos en las listas- asumiese el puesto de alcaldesa en funciones hasta ayer. Sin embargo, sus pretensiones eran obtener el cargo de forma permanente y así lo batalló contra Miguel Fernández, quien consiguió el respaldo del partido y la militancia en la asamblea celebrada el pasado sábado. Allande aprovechó ayer su puesto como alcaldesa en funciones para criticar el proceso de elección asegurando que la asamblea fue "ilegal" al no cumplir los plazos establecidos en los estatutos. Asimismo aseguró que "no fui correctamente tratada ni por la FSA ni por el PSOE de Caso; no sé si porque no entendieron mi decisión o por ser mujer".

La socialista señaló que, tras la dimisión de Cueria, "entendí que tenía la responsabilidad, las fuerzas, la capacidad y la disponibilidad para asumir el compromiso de la Alcaldía; y así lo manifesté a mis compañeros de grupo". Sin embargo, no encontró ese respaldo, que fue a parar a Miguel Fernández -número tres en las listas-. Tampoco entre los militantes en la asamblea que apoyaron mayoritariamente al otro candidato.

"Creo que mi disposición no ha sido bien entendida; me había puesto a disposición de los vecinos regresando a mi puesto como enfermera en el municipio y estando presente en el día a día sin generar costes a las arcas municipales", destacó. Pero esto no fue suficiente para tener el apoyo de los compañeros socialistas que "no sé aún si fue por confundir o interpretar erróneamene y malintencionadamente mi decisión en clave de política regional o por ser mujer",

A pesar de las críticas, Allande manifestó que aceptó la decisión de los militantes y aseguró que "seguiré trabajado por los vecinos de Caso desde la responsabilidad que me compete".