La falta de desbroce en muchas carreteras de las comarcas mineras provoca numerosos riesgos para los vehículos y ciclistas que utilizan las vías de comunicación en verano. Uno de los ejemplos que se pueden ver es en el entorno de Campera, en Aller, donde los automovilistas que acceden desde o hacia el Corredor se encuentran con una frondosa vegetación de que dificulta la visibilidad, y por ende, incrementa los riesgos de accidentes.

No es este el único punto de las carreteras del Caudal donde la frondosa vegetación en cunetas o raquetas de acceso a cruces suponen un problema para los conductores, que deben maniobrar incluso rebasando las líneas de detención para comprobar si pueden o no pasar. Los usuarios exigen la limpieza inmediata de todos estos setos y maleza de las cunetas.