La presunta agresión sexual que la Fiscalía del Menor investiga en Mieres ocurrió el pasado sábado, en un centro de integración social de la ciudad. El presunto agresor, de 14 años, y la víctima, de 11, se encontraban en el piso cuando ocurrieron los hechos, según ha podido confirmar este diario. Ahora bien, la pequeña no informó de lo que había sucedido hasta que esa tarde regresó a su casa y afirmó que había sido violada. De hecho, fue la familia de la niña la que denunció los hechos.

Al ser dos menores de edad los implicados y en atención a la gravedad de los sucedido, la Policía Nacional, encargada de la investigación, está trabajando con gran meticulosidad evitando en todo momento que se conozcan los datos más escabrosos. Algunas fuentes han afirmado que agresor y víctima tienen relación de parentesco, circunstancia que no es cierta. No mantienen ningún tipo de vínculo familiar. De hecho, ambos permanecen actualmente bajo la custodia de sus padres en sus respectivos hogares, aunque entra dentro de un escenario posible que el Principado asuma la tutela, según puntualizaron fuentes de la administración regional.

Sí esta confirmado, como adelantó ayer este diario, que ambos menores tienen problemas de integración social, por lo que recibían atención en el citado centro de apoyo. De hecho, fue en las instalaciones donde se produjo la agresión, que, en principio, todo indica que, de confirmarse, terminará teniendo la consideración penal de violación. No obstante, este punto deberá ser dilucidado por la Fiscalía del Menor una vez se cierre la investigación y se esclarezca lo que en verdad sucedió.

De momento se puede adelantar que fue la familia de la pequeña la que presentó la denuncia tras contar ésta en su casa lo que le había sucedido. Se desconoce, debido a la lógica discreción que rodea el caso, si se trata de una agresión aislada o si los abusos se habían repetido con anterioridad. La investigación deberá igualmente determinar el contexto en que se produjo el presunto forzamiento, aclarando, si así fue, cómo pudo suceder un ataque sexual de estas característica sin, como todo indica, conocimiento de los responsables de la tutela de los chicos.

La noticia tiene gran impacto en Mieres. El vicealcalde, Manuel Ángel Álvarez, pidió ayer "prudencia y tranquilidad" y expresó su confianza en la labor de la Policía y en los responsables judiciales. "Es un caso que debe tratarse con gran sensibilidad y seguro que se aclarará cómo pudo suceder algo así en un centro de carácter social".