La esperada apertura del centro de discapacitados neurológicos Stephen Hawking de Langreo podría ser una realidad antes de que acabe el año. Al menos es la intención del Gobierno central, que tal y como ha podido saber este periódico, está acelerando los plazos todo lo posible para conseguir este objetivo. Así, el centro ya cuenta con disponibilidad económica y proyecto para su equipamiento. También se ha comenzado la tramitación de la orden ministerial que regulará los usos del centro. El único impedimento, en este caso, sería la firma del convenio de colaboración entre el Principado y el Gobierno, que aún no está formalizado debido a su paralización por parte de los primeros.
Las obras del centro están prácticamente terminadas y a la espera de ser homologadas. Fuentes cercanas al proyecto confirmaron que existe disponibilidad económica para hacer frente a la adquisición del equipamiento necesario para su puesta en funcionamiento. No sólo eso, también hay elaborado un proyecto sobre el mobiliario necesario. Otro de los trámites imprescindibles para que el Stephen Hawking pueda abrir sus puertas es la orden ministerial que regulará los usos del centro. En este caso, también hay avances, ya que se encuentra actualmente en fase de tramitación, aunque previamente habrá que recepcionar las obras. Este último aspecto ya había sido avanzado por la presidenta del PP en Asturias, Mercedes Fernández, hace unos días.
Otro aspecto igual de importante que el equipamiento o la orden ministerial es el convenio de colaboración entre el Gobierno y el Principado. Las fuentes consultadas señalan que el Imserso, que es la entidad pública que se encarga del centro de Langreo, aún está a la espera de recibir la confirmación del acuerdo que remitió hace dos años. Este convenio se firmó por primera vez en 2007 para la construcción y gestión del equipamiento; y se fue prorrogando hasta 2013 debido a los problemas que hubo con la obra. Por eso hubo que redactar un nuevo acuerdo, ya en 2015 con las vistas puestas en los nuevos plazos de apertura.
Y es que la construcción del Stephen Hawking no ha sido tan sencilla como se esperaba. Las obras comenzaron en diciembre de 2009. El plazo de ejecución previsto era de 24 meses pero diversos contratiempos provocaron que los trabajos no concluyesen para entonces. Se produjeron parones, que fueron debidos a la entrada en concurso de la constructora pero también a la elaboración de modificados. Las obras se retomaron en 2014 con Tragsa, que se ha encargado de rematar la construcción y reparar los desperfectos. Esto ha hecho que el Stephen Hawking, sumando también los equipamientos, supere los 15 millones de euros.
