La asociación de vecinos San Juan Bautista de Boo recibió esta mañana la visita de los diputados regionales de Podemos, Lorena Gil y Héctor Piernavieja, así como la concejala de Xente por Ayer, Patricia Díaz, quienes les hicieron entrega de una aportación de 1.000 euros correspondiente a su campaña "12 Lluches" que servirá para contribuir en la batalla legal que el pueblo mantiene contra Hunosa por las grietas que han salido ya en casi un centenar de viviendas. Esta campaña sale de los excedentes salariales de los parlamentarios del partido morado, que repartirán 12.000 euros entre diversos colectivos de la región.

Gaspar Vázquez, presidente de la entidad, agradeció la aportación del partido asegurando que "este dinero nos ayudará mucho a seguir luchando por nuestra causa". Vázquez aseguró que el proceso está pendiente de un informe geológico que realizará el Ayuntamiento de Aller, que ha destinado una partida de 60.000 euros para estas labores. El problema es "evidente" para el responsable de la asociación, quien aseguró que "hay casi medio centenar de viviendas afectadas, pero cada vez salen más, sobre todo desde hace cinco años". De momento, la única sensación que tienen es de "impotencia" ante la postura de la hullera estatal, que se niega a reconocer su responsabilidad a pesar de que ya hay una sentencia anterior que daba la razón a los vecinos. "No te dan ninguna opción y nos tratan con prepotencia señalando que sólo van a pagar cuando se lo ordene el juez", subrayó.

Los representantes de Podemos y Xente por Ayer quisieron reconocer la labor desempeñada por los vecinos de Boo, "que necesitan todo nuestro apoyo, y mientras haya gente que luche por permanecer en los pueblos, nosotros estaremos ahí", destacó Gil. Piernavieja, por su parte, incidió en la batalla legal de estos vecinos y señaló que durante el juicio que ganaron los vecinos "se vieron cosas muy extrañas, como un informe del Instituto Minero y Geológico del Estado que decía que las grietas que había no eran relevantes, un informe que firmaba un alto cargo que actualmente está imputado por el caso 'Castor', de similares características con lo que ocurre en Boo".

El problema de las grietas se remonta al año 1994. Fue entonces cuando los daños en casas obligaron a derribar los antiguos cuarteles de Puenxo. Veinte familias quedaron sin vivienda. Tras años de pleitos contra Hunosa, el Tribunal Supremo dictaminó que los daños se debían a la subsidencia minera (los movimientos de los pozos que están debajo del pueblo). La hullera pública indemnizó a los damnificados, pero las grietas volvieron a aparecer.