La hullera estatal Hunosa salió esta mañana al paso de las críticas vertidas desde la asociación de vecinos "San Juan Bautista" de Boo (Aller), que calificaba de "prepotente" a la empresa por la negativa a responsabilizarse por las grietas que aparecen en el pueblo, asegurando su "ejemplaridad" en responsabilidad social y compromiso con el territorio. En cuanto a su rechazo a hacerse cargo de los daños, argumentan que se debe a la existencia de informes especializados que aseguran que se deben a un deslizamiento de la ladera y no a una subsidencia por labores mineras.

"Hunosa siempre ha sido una empresa ejemplar en materia de responsabilidad social y compromiso con el territorio siendo, con mucha diferencia, la empresa asturiana que más fondos destina a este capítulo", apuntan desde la hullera. Aquí aluden a las diferentes inversiones que se han realizado para la recuperación de espacios degradados, mejoras ambientales, generación de suelo industrial, rehabilitación de patrimonio cultural o mantenimiento de infraestructuras para uso vecinal. "Un compromiso más que palpable", subrayan, por el que la hullera "rechaza tajantemente que mantenga una actitud prepotente o displicente en el asunto de las grietas de Boo".

Al respecto de los daños en el pueblo allerano, la compañía estatal argumenta que la razón de su rechazo a asumir responsabilidades "es de índole técnico, ya que los informes recabados por la compañía y elaborados en los últimos años por investigadores de varias universidades, como la de Oviedo o la de Vigo, además de empresas especializadas, señalan claramente que estos daños, por su morfología y tipología, se deben a un deslizamiento de ladera y no a una subsidencia por labores mineras".

El problema de las grietas se remonta al año 1994. Fue entonces cuando los daños en casas obligaron a derribar los antiguos cuarteles de Puenxo. Veinte familias quedaron sin vivienda. Tras años de pleitos contra Hunosa, el Tribunal Supremo dictaminó que los daños se debían a la subsidencia minera (los movimientos de los pozos que están debajo del pueblo). La hullera pública indemnizó a los damnificados, pero las grietas volvieron a aparecer y los vecinos planean iniciar una nueva demanda ante la resistencia de la hullera a asumir las responsabilidades.