El Angliru se prepara para la Vuelta. El próximo 9 de septiembre, el pelotón ciclista internacional, con figuras como Chris Froome -reciente ganador del Tour- o con Alberto Contador -cuya presencia no está confirmada, aunque todo apunta a que estará en la cita-, llegará a uno de los puertos más duros del mundo en una etapa decisiva. El que salga de Riosa portando el maillot rojo de líder será el ganador de la ronda española, una de las tres vueltas grandes del calendario ciclista. Y para que no falle nada en esa jornada, las administraciones local y regional están trabajando en adecentar la carretera de subida al la mítica cima. El Principado ha destinado algo más de 50.000 euros para la mejora de la vía y el Ayuntamiento, con trabajadores municipales, está colaborando con los desbroces. Nada puede fallar para una etapa que según la organización de la carrera será histórica en cuanto a audiencias. El Angliru se pone guapo para que lo descubran en todo el mundo.
Actualmente, la subida está cortada en el entorno del área recreativa de Viapará. A partir de ahí no se permite el paso de vehículos, salvo para uso ganadero. Las obras que se están realizando a lo largo de los seis últimos kilómetros de subida son de naturaleza variada. Por una parte, los obreros están actuado sobre las cunetas de toda la subida, procediendo al desbroce y limpieza de las mismas para reducir al mínimo la vegetación y hacer más cómodo el paso de ciclistas y la estancia de los aficionados que se agolpen a pie de carretera.
Sobre el propio asfalto también se están produciendo reparaciones. Los trabajos están centrados en reparar algunos baches y hundimientos que se habían detectado en la carretera, y que pueden ser peligrosos para los ciclistas, que llegarán a ese punto de la etapa exhaustos después de miles de kilómetros en sus piernas y con la presión de disputarse la Vuelta. Además, se está reparando también algún argayo.
Otra de las mejoras que se están llevando a cabo en el mítico puerto es la de la sustitución de alguna de las mallas de contención que están colocadas en puntos como la Cueña les Cabres o El Aviru -las dos rampas más duras del Angliru-. El objetivo es evitar que cualquier desprendimiento, por pequeño que sea, pueda afectar a público o ciclistas. Por último, también se reparan las vallas de madera que están dispuestas en las zonas de aparcamientos y se reponen las barreras de seguridad en tres tramos de la carretera.
