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Mieres Tubos entra en concurso, tras más de 3 años con la producción suspendida

La antigua Perfrisa está a un paso del cierre, con 59 trabajadores aún en plantilla que tienen casi terminada la prestación por desempleo

Trabajadores de Mieres Tubos, ante el Juzgado de Mieres. FERNANDO GEIJO

El último símbolo de la estrecha vinculación que Mieres mantuvo con la siderurgia está a punto de desvanecerse. Mieres Tubos ha entrado en concurso de acreedores. La antigua Perfrisa, con una deuda que según una reciente auditoria rondaría los diez millones de euros, está al borde del cierre. De hecho, la plantilla, que lleva más de tres años sin poder desarrollar sus tareas con normalidad e inmersa en una terca regulación de empleo, ya se muestra resignada a un desenlace que parece inevitable: "A estas altura ya no vemos solución. Lo mejor es poner fin a esta situación cuanto antes, para bien o para mal, aunque todo indica que será lo segundo", apuntaron ayer portavoces del comité de empresa.

El Juzgado de lo mercantil de Oviedo ha tramitado el auto de declaración de un concurso deudor y nombrado un administrador concursal que será el encargado de atender las reclamaciones de los acreedores de la empresa. Al final, la familia Uribarren, propietaria de la antigua Perfrisa, ha sido incapaz de llevar la nave a puerto pese a que tanto los sindicatos como el Principado han encendido todos los faros disponibles. De hecho, fue hace ahora un año cuando el futuro de la factoría pareció despejarse. El golpe llegó tras truncarse una operación en la que se había trabajado muchos meses. El empresario asturiano Juan Antonio Fernández Coalla retiró a última hora la oferta de inversión que había puesto sobre la mesa para reactivar la planta. La auditoría encargada por el industrial moscón sacó a la luz una deuda "oculta" de dos millones de euros, que se sumarían a los ocho millones necesarios para poner en marcha de nuevo la factoría mierense a pleno rendimiento. En total, diez millones de euros. El informe de los técnicos que recibió Fernández Coalla desaconsejaba su entrada en el proyecto, por lo que finalmente optó por retirarse.

Cambios de propiedad

Ya en concurso, Mieres Tubos parece abocada al cierre. La actual factoría, dedicada a la fabricación de barreras metálicas de seguridad y tubos de conducción, nació a principios de los setenta como una esquirla del astillado árbol del Fábrica de Mieres. Perfrisa tomó el control de la herencia de la Compañía Asturiana de Tubos. La fábrica pasaría luego a integrarse en la red de fabricación de tubulares perteneciente a Aceralia Transformados. En 2004 el grupo Condesa compró la factoría.

La antigua Perfrisa llegó a tener en los noventa unos 320 trabajadores. Actualmente quedan 59 empleados en la plantilla. Su situación es límite: "Una gran parte del personal ya ha agotado el paro y en el mejor de los casos hay compañeros con dos o tres meses de prestación sin gastar". Y es que la factoría lleva tres años desangrándose. "Los propietarios se han empecinado en llevarnos a esta situación y ahora todo parece perdido", lamentan los portavoces del comité.

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