"No pueden venir a Asturias, ni siquiera de forma temporal". Esta es la condena extrajudicial que tienen los más allegados a Carlos Vargas hijo, que fue sentenciado a 49 años de cárcel por la muerte de Juan y David Ferreduela tras los hechos que tuvieron lugar hace siete años en el entorno del polideportivo de Ujo. Hace unos días, los Vargas rompieron este compromiso y se acercaron hasta el piso que tienen en el barrio del Masgaín, en Lena, pero el hecho no pasó desapercibido para la familia Ferreduela, que acudió a pedirles explicaciones.

Aunque acabaron interviniendo los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local, no se produjo ningún tipo de altercado y los Ferreduela consiguieron que los Vargas regresasen a Galicia, comunidad en la que residen desde que se produjo el incidente. La condena extrajudicial, que no les permite residir en el Principado para siempre, se aplica únicamente a los más cercanos a Carlos Vargas hijo, como quisieron matizar ayer desde la familia Ferreduela. Es decir, que afecta a hermanos, padres, abuelos, nietos, tíos, sobrinos y primos carnales, así como a las parejas de estos.

Carlos Vargas no fue el único condenado por los hechos en primera instancia. El juez de la Audiencia Provincial también incluyó a su padre y su hermano con una pena total de 125 años. Sin embargo, la defensa recurrió ante el Tribunal Supremo que sólo vio como culpable a uno de ellos.