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Las consecuencias de la crisis económica

Los edificios con todas sus viviendas en venta proliferan en los valles mineros

El bajo valor de los inmuebles en el mercado contrasta con las altas expectativas económicas de los dueños, que prefieren esperar para vender

Un edificio de la calle Antonio Lucio Villegas, en Sama, con un cartel de venta al completo. FERNANDO GEIJO

Cada vez es más frecuente encontrar en las Cuencas edificios con todas sus viviendas a la venta. Inmuebles que, en su mayoría, pertenecen al mismo propietario, que es incapaz de deshacerse de las casas. Fuentes inmobiliarias consultadas confirman esta situación, que atañe sobre todo a los principales núcleos de población de los valles mineros, como Mieres y Langreo, y que se debe principalmente a la caída de precios del sector inmobiliario. Un problema que no ocurre con los locales comerciales, sobre todo los más céntricos. Aquí el negocio de alquiler es tan dinámico, que muchas veces ni siquiera pasa por las agencias inmobiliarias.

La recesión económica supuso un duro golpe para el mercado inmobiliario, sobre todo el de las viviendas, que bajaron su valor. El problema, según afirman desde las inmobiliarias, es que los propietarios tienen una expectativas de precio muy superiores a los actuales, y tampoco les compensa hacer rebajas porque temen perder dinero. De ahí surgen los edificios con todas sus viviendas a la venta, incluso en segunda mano. "Esto también afecta a la construcción de nueva vivienda, porque hay terrenos para levantar nuevos inmuebles, pero los propietarios tienen unas pretensiones económicas muy altas y prefieren mantener las parcelas sin construir a la espera de que mejoren las condiciones porque no tienen urgencia, algo que también ocurre con algunos propietarios", asegura la responsable de una agencia inmobiliaria. Siempre hay algún promotor que, a pesar del bajo precio de los pisos, se atreve a construir. Este es el caso, por ejemplo, del edificio que se está levantando en el entorno de la plaza de abastos de La Felguera. Y lógicamente, también se venden pisos, pero en este caso es porque los dueños están más abiertos a negociar el precio.

Con los alquileres se da otro problema que no ocurre, por ejemplo, en Oviedo o Gijón, la falta de pisos disponibles. Esto hace, como explican desde las inmobiliarias, que los precios de renta estén muy por encima de su valor, siendo su coste similar al de la capital asturiana cuando a priori no debería ser de esta manera.

En cuanto a los locales comerciales, desde las inmobiliarias destacan que es el mercado que más se mueve, sobre todo en las zonas más céntricas. Aquí sí hay diferencias entre comarcas, siendo Mieres mucho más caro que Langreo. Un local céntrico en la villa puede rondar los 1.000 euros, mientras que en Langreo, utilizando como comparativa el entorno de la plaza de Abastos de La Felguera, los precios son mucho más bajos. Eso sí, lo difícil es encontrar el local. Las agencias consultadas aseguran que, en muchas ocasiones, los alquileres se negocian entre los particulares, sin que lleguen a la inmobiliaria. "En cuanto ven un cartel de liquidación ya tienen a otra persona interesada, y a veces preguntan incluso para saber si el comerciante tiene planes de abandonar el negocio", destacan.

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