Los actuales gestores del camping de La Raya aseguran que "no hay ningún interés público" en cerrar las instalaciones pero sí existe un claro interés privado en que el equipamiento siga funcionando. El cese de actividad "implicaría cerrar un negocio en funcionamiento y, de hecho, en el pleito anterior ya se otorgó una suspensión cautelar". Así responden a la resolución de Alcaldía presentada por el Ayuntamiento y que ordena el cierre del equipamiento en unos días: "Está actuando de forma arbitraria".

Es un episodio más en la ya larga polémica por la gestión de las instalaciones. Silvino Cordero, un emprendedor allerano, acordó con el Ayuntamiento la construcción del camping en terrenos municipales. Tras su defunción, apuntaba el contrato, las parcelas tendrían que ser devueltas. Los herederos de Cordero mantienen las instalaciones y critican la forma de actuar del Ayuntamiento "que trata de utilizar sus prerrogativas administrativas, a pesar de la evidente naturaleza civil del asunto".

Los herederos han presentado ya un recurso contra esta última orden de cierre, trasladada el 24 de julio y notificada dos días después: "El Ayuntamiento busca así aprovechar las vacaciones judiciales de agosto", afirman. De hecho, presentaron su recurso el día 31 de julio. Además, aseguran que "los arrendatarios tienen autorización del Principado a su nombre y de la propia administración local". Por lo que, añaden, "no es cierto que se carece de todo título ni licencia para la explotación del camping".