Solución urgente para la roca que amenaza con desprenderse sobre el pueblo de Boo. El Ayuntamiento de Aller ha adjudicado, a través de un procedimiento de urgencia, un informe geológico a la empresa Geoconsult. El principal objetivo es conocer el riesgo real de que la piedra se desprenda y señalar cuáles son las viviendas que corren más peligro. El alcalde, David Moreno, hizo pública ayer la contratación. La empresa tiene un plazo de entrega de dos meses.

Los problemas con la roca de El Picu empezaron hace ya más de un lustro. Los vecinos advirtieron que, en una parcela que se asienta sobre el macizo (denominado La Peña), aparecían grietas. Algunas superan ahora los cincuenta centímetros de ancho y son muy profundas. La situación no mejoraba y la asociación de vecinos San Juan de Boo pidió ayuda al Ayuntamiento. Los técnicos municipales pusieron unas guías en las grietas para medir su avance. Las cintas adhesivas cedieron en quince días.

Un riesgo para el pueblo que avanza rápido y que no es pequeño: la roca pesa más de 720 toneladas, según los primeros cálculos efectuados por expertos. El Ayuntamiento encargó un estudio preliminar y los resultados no fueron alentadores: la roca es "muy inestable" y podría derrumbarse "en cualquier momento". El gobierno allerano involucró al Principado, que creó un equipo multidisciplinar para analizar la situación. Y han decidido, según David Moreno, que "es necesaria la contratación de una empresa experta y especializada en geotecnia". Y dar soluciones: el documento también establecerá las medidas técnicas a adoptar sobre el macizo.

El informe, detallan las bases de contratación, hará un "diagnóstico de la situación de estabilidad del escarpe". Es el punto que más preocupa a los vecinos de la localidad. La roca está en el barrio más alto del pueblo allerano. Justo debajo del macizo se encuentra La Fontica, un núcleo habitado. En la parte media está Villa Hermosa y los barrios de La Vega y Nuevo Puenxo. En la base de la ladera, la Plaza. Este último, junto a La Vega, son los barrios de mayor concentración de viviendas en el pueblo de Boo. Todos estarían en riesgo si se produjera un desprendimiento de la roca, que podría poner en jaque la estabilidad de la ladera de la montaña. En la parte opuesta están El Campo de la Iglesia y Bustillé.

En el pueblo de Boo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), viven actualmente 433 personas. Cerca de 200 están en los barrios más "expuestos", los que están asentados sobre la ladera. El estudio determinará cuántos vecinos están realmente en riesgo. Analizarán el alcance de los potenciales desprendimientos, su volumen y características. También los factores que pueden actuar como desencadenantes del movimiento. Además, limitarán las posibles trayectorias. Moreno destacó que "el estudio se ha adjudicado ahora de cara a realizar las prospecciones necesarias sobre el macizo" con la mayor brevedad.

El estudio no terminará ahí. Toda vez que se conozcan los riesgos reales de que la piedra se derrumbe sobre Boo, los técnicos tendrán que poner soluciones sobre la mesa. Los expertos que han visitado la zona consideran el difícil acceso un obstáculo más para dar con la solución definitiva. Valoraron, incluso, la demolición de la roca desde un helicóptero. Moreno destacó que, por el momento, ninguna decisión está tomada. "Será este informe el que refleje las medidas preventivas o de actuación inmediata que en su caso fuese necesario abordar en El Picu", añadió el máximo dirigente local.

Y seguimiento de los movimientos de tierra, que también han reclamado los vecinos. Según el texto de la contratación, Geoconsult diseñará y pondrá en marcha un programa de seguimiento adecuado y también establecerá un protocolo de actuación basado en el citado seguimiento. Para asegurar el análisis, está prevista la instrumentalización de la masa rocosa: con la instalación de fisurómetros, acelerómetros-inclinómetros y la ayuda de una taquimetría de precisión. La Universidad de Oviedo había instrumentalizado ya la zona para medir los movimientos de tierra. Pero el estudio no arrojó resultados concluyentes.