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El hospitalillo de Bustiello, a punto de ser bien cultural, sufre daños estructurales

El Ayuntamiento urge al Principado a reformar el inmueble, que data de 1902: "Si no hacen nada, va a haber una desgracia"

Estado en el que se encuentra el corredor, con cristales rotos, madera dañada y pintadas en la pared.

Este bien de interés cultural (BIC) es una ruina. El hospitalillo de Bustiello, a punto de obtener la protección dentro del conjunto del poblado minero, tiene daños estructurales. Ventanas rotas, baldosas partidas y techos derrumbados. El gobierno de Mieres (IU) urge al Principado a mejorar las instalaciones con urgencia. "Si no hacen nada, va a haber una desgracia", lamentó ayer el concejal de Cultura, Juan Ponte.

Ya es desgracia, aunque de momento sin daños personales, que este inmueble esté tan deteriorado. El edificio del sanatorio data de 1902. En su fachada principal cuenta con elementos modernistas. Forma parte del poblado minero, un conjunto construido entre 1890 y 1925 por la Sociedad Hullera Española (empresa minera del grupo industrial del Marqués de Comillas). Era un eje para la sociedad del poblado y fue incrementando su envergadura y sus servicios. La escuela de niñas se adosó al hospitalillo en 1921 y la farmacia en 1924. Es una pieza clave para comprender el "paternalismo industrial".

Su historia reciente es menos poética. El edificio tenía muy mal aspecto en los años noventa. Así que el Principado lo reformó, entre 1998 y 2000, a través de una escuela taller de Arqueología Industrial. Recuperó esplendor cuando acabaron las obras, pero quedó abandonado a su suerte. Ha sido objeto de robos y actos vandálicos. Casi todas las habitaciones del inmueble tienen pintadas y están desvencijadas. "Es una pena verlo así", afirmó ayer Ponte.

Ni siquiera el corredor, el espacio más emblemático del edificio, se ha salvado del paso de los años y la falta de vigilancia. La madera está en muy mal estado, los cristales rotos y las paredes "decoradas" con pintadas. Recorrerlo es arriesgarse a un derrumbamiento: "No hablamos ya sólo de una cuestión estética, estamos hablando de la seguridad de los vecinos, que se ve en entredicho con esta situación", señaló el concejal de Cultura.

Esperan que su próxima protección llegue ligada a un mantenimiento exhaustivo. Según Ponte, "desde su declaración como bien de interés cultural, tendrán que invertir en mejorarlo y en su mantenimiento". Los trámites para la catalogación del poblado minero están ya en marcha. Ponte asegura que han reclamado la mejora en múltiples ocasiones y espera que no llegue tarde: "Si no hacen algo urgentemente se derrumbará, está a punto de caer".

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