"Uno para todos y todos para uno". Al igual que el famoso D'Artagnan, Marcelino Fernández Zapico -conocido popularmente como Marcelino el de La Casona- lo tiene claro: la unión hace la fuerza. Este vecino de 82 años es un pilar fundamental para su pueblo y para los núcleos del entorno como La Teyera. En esta localidad se ubica el "Monumento a la Libertad". Fernández fue uno de los principales "culpables" de su existencia junto con Maximino Rodríguez "Chimo".

Tras varias reuniones, los vecinos decidieron que el monumento sería la mejor fórmula de rendir tributo a los represaliados por la dictadura franquista. Se promovió por suscripción popular. De esta manera se dio forma a una idea, que tras siete meses y once días, se convirtió en obra artística. "Tanto Langreo como Mieres se portaron bien con la iniciativa", señala Fernández, para añadir que "Langreo se hace cargo de las reparaciones y Mieres se responsabiliza de la luz".

La inauguración del monumento tuvo lugar a comienzos de junio de 1983. Más de veinte años después, en 2004, llegó una remodelación. Se añadieron dos placas en los laterales y se estrenó la nueva iluminación. Marcelino Fernández también contribuyó a lo largo de su vida con muchas otras actividades, entre ellas la dinamización de su pueblo con el arreglo de caminos y viales o la recuperación de casas abandonadas. También promovió las mejoras acometidas en la carretera de El Cadavíu a La Teyera.

Este vecino que, desde niño, fue testigo de las represalias a opositores de la dictadura franquista, afirma que "el monumento me hace recordar a todos esos mártires". Por ello espera que "jamás se repitan las guerras, porque la nuestra fue entre hermanos y vecinos", sentencia. Vecinos y amigos le rindieron homenaje en mayo en La Teyera-El Cau por sus años de trabajo, dedicación y esfuerzo. A la cita acudieron unas cincuenta personas procedentes de La Teyera y otros cuatro pueblos: La Casona, El Cabo, Rebollo y San Roque.