La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La salud de los habitantes de los valles mineros

La huella de la crisis: el 28% de los vecinos se medica contra la ansiedad y la depresión

Los psicólogos achacan la elevada cifra, seis puntos superior a la media regional, a la incertidumbre laboral, el estrés y el abuso de medicamentos

La huella de la crisis: el 28% de los vecinos se medica contra la ansiedad y la depresión

Comprar un piso, organizar una boda, tramitar un divorcio, perder el trabajo? Hay situaciones, tanto positivas como negativas, que generan inquietud en las personas. La tendencia ha ido en aumento durante los últimos años, con la crisis y sus consecuencias: descontento general, pérdida del poder adquisitivo y desempleo. Es un malestar justificable que la sociedad, a juicio de los expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA, está "patologizando". Es decir, está convirtiendo un desvelo en una enfermedad. Así explican los psicólogos, al menos en parte, los alarmantes datos de consumo de ansiolíticos y antidepresivos en las cuencas mineras. Tres de cada diez vecinos (un 28% de la población) reciben tratamiento psicofarmacológico contra la ansiedad y la depresión, un porcentaje que está por encima de la media regional (situada en el 22%).

No todos los que van a consulta buscando ayuda psicofarmacológica están en una situación difícil. "Hay cierta tendencia social a 'patologizar' cualquier malestar emocional, a buscar explicaciones para los desvelos. No creo que el problema venga de los médicos, sino del ritmo de vida actual", explica la psicóloga Elisabeth Ortega, responsable del Centro de Rehabilitación de Drogodependencias (RED) de Mieres. La experta asegura que el ritmo del trabajo, las preocupaciones por un cambio en la rutina o un carácter ansioso pueden provocar en las personas síntomas como el insomnio. "Tendemos a pensar 'no puedo dormir, ¿qué me pasará?' Y la respuesta, en algunos casos, es que lo raro sería no tener cierto malestar emocional".

Pararse y reflexionar. A veces basta con bajar la velocidad y buscar qué es lo que nos desvela. Interpretar el miedo e intentar manejarlo: "Es una emoción que hay que experimentar, igual que la alegría", señala la psicóloga. A su juicio, "la forma de vida actual no permite adquirir las herramientas necesarias para gestionar las emociones. Queremos la felicidad, y la queremos ahora", afirma. Si una persona no consigue gestionar el miedo o la ansiedad, debe acudir a terapia para recibir la ayuda de un profesional, según Ortega.

Tratamiento

Estas recomendaciones, matiza la psicóloga, no buscan desdeñar las patologías psicológicas ni el tratamiento farmacológico. "Hay casos en los que los antidepresivos y los ansiolíticos son necesarios", señala. Depresiones o trastornos de ansiedad (agorafobia, hipocondría, trastorno obsesivo compulsivo, entre otros) requieren de un seguimiento y, en la mayoría de los casos, tratamiento psicofarmacológico.

En el caso de las Cuencas, atendiendo a las cifras del estudio publicado por el Observatorio de Salud del Principado, la zona rural tiene más vecinos en tratamiento psicofarmacológico: un 31,65% de los habitantes de Sobrescobio y Caso consumen ansiolíticos o antidepresivos. Mieres (31,49%) los sigue de cerca mientras que el concejo cabecera del Nalón, Langreo, arroja un porcentaje menor: 26,61%. En Morcín y Riosa, el valor también se sitúa en torno al 26%. Lena (27,51%) y Aller (27,01) arrojan resultados muy parecidos. San Martín, con un 25,61%, es el concejo de las Cuencas con un menor consumo de psicofármacos.

Ortega asegura que los casos de adicción a los psicofármacos (especialmente a los ansiolíticos) están aumentando. Y especialmente, valorando los datos del último informe de los usuarios del centro RED, entre los hombres: "Hasta ahora era una sustancia más consumida entre las mujeres, pero es una tendencia que está cambiando", afirma la psicóloga. La experta recomienda seguir las recomendaciones prescritas para su consumo y no abandonar los psicofármacos sin supervisión médica.

Compartir el artículo

stats