Las instalaciones del pozo Sotón, en El Entrego, recibieron ayer a los seis primeros valientes que se quisieron meter en la historia de "Espía minero", la "escape room" ubicada en la casa de aseos de la explotación que promete emociones fuertes durante los noventa minutos que dura esta experiencia.

Como ocurre con otras "escape room", los organizadores no quisieron relatar nada de lo que ocurre en "Espía minero" para garantizar la sorpresa a los futuros participantes. Tan sólo se sabe que el grupo que se mete dentro pasa a formar parte de un relevo minero que tiene que resolver una misión para salir de las instalaciones y cuyo tiempo límite son noventa minutos.

Para los que no conozcan qué es una "escape room", se trata de un juego de aventura físico y mental en el que un grupo de jugadores son encerrados en una habitación. Los participantes deben solucionar diversas pruebas, como enigmas y rompecabezas que, a la vez que desentrañan la historia, también les permiten escapar de la habitación antes de que termine el tiempo establecido. Por eso la emoción y diversión son las características principales de esta actividad. De hecho, los primeros valientes que participaron en "Espía minero" daban cuenta de ello ayer a la salida, con una sonrisa relajada tras las intensas emociones vividas por antes.

"Espía minero" es una "escape room" distinta al resto. Primero, porque se realiza en unas instalaciones industriales y no en un una sala o bajo comercial, con lo que ofrece una aventura mucho más realista. También es diferente en cuanto al tiempo (que suele ser de una hora y aquí son noventa minutos) y al número de participantes, con un mínimo de seis. Además, los participantes se visten para la ocasión como si fueran mineros reales.