La sombra de una nueva guerra se cierne sobre la Carisa. Esta vez no son los astures y los romanos los que velan armas, sino los vecinos. En el valle del Huerna reclaman que el 1,5 por ciento cultural de la obra de la variante ferroviaria de Pajares se invierta en la zona. "Somos los que hemos sufrido los daños y los que lo merecemos, es obvio y evidente", afirman. Hasta ahora, el Ayuntamiento había defendido emplear la financiación en la promoción de la Vía Carisa. Opción que los vecinos ven como última alternativa: "Preferimos que sea para la Carisa a que se pierda, debe ser la última opción, pero primero estamos las localidades que más han sufrido estos años de obras", insisten en el Huerna. Uno de los proyectos que podrían ser beneficiarios en el Huerna es la reparación de los murales del camerín del santuario de Bendueños.

La decisión de invertir el 1,5 por ciento cultural de la Variante no está tomada. Pero, a lo largo de los años, se han barajado varias actuaciones y siempre relacionadas con la Vía Carisa. El Ayuntamiento propuso para la inversión de la cuantía (entonces el 1% del total de la obra) el palacio de los Faes de Carabanzo. El gobierno local (entonces encabezado por Ramón Argüelles, de IU) proyectó reparar el inmueble y convertirlo en un museo bélico sobre las luchas entre astures y romanos. El plan no salió adelante porque el inmueble, afirmaron desde la Consejería de Cultura, no cumple los requerimientos para ser catalogado Bien de Interés Cultural (BIC).

Y la protección del inmueble era, a su vez, condición imprescindible para conseguir los fondos. Los proyectos que reciban la inversión del 1,5 por ciento cultural deben, además de estar catalogados como BIC, ser de propiedad municipal. La Vía Carisa, tras su protección, cumple con todos los requisitos. Es por eso que, una vez descartado el palacio de los Faes, los responsables municipales pusieron la vista en las excavaciones.

Los proyectos

Sería un impulso definitivo para la zona. Hasta el momento, los arqueólogos han descubierto dos campamentos romanos, un puesto de control de los legionarios y la fortificación de Homón de Faro (fortificaciones visigodas, datan del siglo VIII). "Reconocemos la valía de este enclave, pero consideramos que los vecinos del área más afectada debemos ser una prioridad", señaló Dolores Martínez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Campomanes.

Y la zona más afectada, matiza a renglón seguido, comprende desde el barrio de La Caleya (en Pola de Lena) hasta Los Pontones. En el lugar sí hay edificios y bienes culturales que podrían ser destino para la financiación del 1,5 por ciento cultural, pero el Ayuntamiento y Principado tendrán que tramitar los proyectos para que cumplan todos los requisitos. Es el caso de la esperada reforma de los murales del santuario de Bendueños, cuya protección como BIC tramita ya el Principado. La asociación "Vindonnus", dedicada a velar por el patrimonio, espera que sea un paso administrativo que acerque a la financiación.