Es madrugada en Felechosa y empiezan a sonar los timbres. Nadie se alarma, porque la única urgencia es la tradición. Cada año, en la noche previa a la fiesta del Carmín, los jóvenes de la localidad recorren las casas reclamando panchón: un dulce típico allerano elaborado con pan de escanda, mantequilla y azúcar. Son ellos, los "mozos" del pueblo los auténticos pilares de la romería. Durmieron poco ayer, como cada lunes del Carmín, para llevar a la Virgen de la Antigua en procesión.

El Carmín se celebra siempre el lunes después de las fiestas del Carmen de Felechosa. Para que nadie se durmiera, ayer a las once y media, hubo un pasacalles a cargo de la banda de gaitas "El Gumial". La procesión de la Virgen salió a las doce y media del Barrio Baxo de Felechosa. Portaron la imagen varias feligresas jóvenes, ataviadas con el traje típico allerano (como el de asturiana, pero con falda larga y mantón bordado en vez del dengue). El paso terminó Barrio Cima, donde tuvo lugar el oficio religioso.

A la salida de la iglesia esperaba Andrés Bonilla, "puyaor" oficial de la fiesta. El oficio hace maestro y supo persuadir a los feligreses para que pagaran bien el pan de escanda. Teresa Arias fue una de las compradoras, tras pujar cuarenta euros por un bollo. La comida en familia en El Carmín es obligatoria, así que ayer hubo un descanso en la programación al mediodía.

La actividad volvió por la tarde con un programa a cargo de la asociación cultural La Pitera. Incluyó un homenaje a los mayores de la localidad, con la entrega de placas conmemorativas. Para los más pequeños hubo castillos hinchables, globoflexia y juegos tradicionales. Por la noche llegó el festival "Santos Bandera", con la actuación de Eloy López Cuello y Carlos Velasco. A medianoche estaba prevista la verbena con "Beatriz y su acordeón".