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El pintor también firmó unas obras de temática mitológica en un portal de la calle Alonso Nart

Los murales rescatados de la antigua librería Belter no son el único testimonio mural que hay en Sama de los inicios artístico de Eduardo Úrculo. En 1958 el joven pintor tomó como lienzo las paredes de un portal de la calle Alonso Nart para plasmar un mural de inspiración mitológica. Entre tonos verdes, azules y ocres, un orondo Neptuno recibe ofrendas de las sirenas. En la pared opuesta, varios caballos trotan por una bucólica pradera. Medusas, peces y estrellas de mar mandan en el tercer mural, que invade con sus colores una desconchada ventana interior. Medio siglo después, las pinturas que atestiguan los inicios artísticos de Úrculo siguen llamando la atención del visitante, pero sometidas al deterioro del paso del tiempo y del trasiego de un portal. La intención del Ayuntamiento es poder recuperarlas en una fase posterior.

El propio autor, en una conversación mantenida con este diario en febrero de 2003, poco antes de su fallecimiento reconocía que los murales de Sama eran su "primera huella como artista" y que sería una "lástima" que se perdieran.

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