La hullera estatal Hunosa lleva una década trabajando en la climatización por geotermia utilizando el agua de sus minas. Es un sistema que permite dotar a los edificios de calefacción y refrigeración a través de la utilización del agua de los pozos mineros que ya no tienen actividad extractiva. La hullera ha llegado a poner en práctica este método en los edificios del campus de Mieres y en el hospital Álvarez-Buylla. En breve también llegará a viviendas particulares, tanto en Mieres como en Langreo. Se trata de un exitoso modelo que ahora están intentando emular desde la Universidad de Durham, en Inglaterra. La investigación inglesa, que no hace referencia al trabajo previo desempeñado por Hunosa, plantea aprovechar el potencial de las antiguas explotaciones de carbón del condado de Durham, en el noreste del país.
El proyecto se desarrolla a través del Instituto de Energía de Durham (DEI). El doctor Charlotte Adams, miembro del instituto, da cuenta del potencial de la energía geotérmica en una entrevista publicada por la propia Universidad inglesa. En el caso de Reino Unido "hay suficiente calor para satisfacer las demandas del país durante más de un siglo", un tiempo que se puede ampliar "evaluando fuentes adicionales de calor geotérmico, tales como pozos de hidrocarburos abandonados y minas abandonadas", explica. En el caso de la geotermia con agua de minas, la investigación de la entidad de Durham se encuentra en una fase inicial, lejos de los resultados prácticos que ya ha obtenido Hunosa.
El doctor explica que el condado de Durham "tiene una historia minera que abarca más de 150 años y, en consecuencia, hay considerables áreas de minas abandonadas bajo la ciudad y zonas previstas para los nuevos desarrollos de viviendas". Su investigación se centra ahora es "estimar el volumen de agua en los trabajos y, posteriormente, la cantidad de calor que se puede generar; esta cifra se utilizará para calcular el número de hogares que podrían calentarse y se investigarán diferentes escenarios para optimizar la configuración del sistema".
Adams también da cuenta de la existencia de proyectos relacionados, tanto en Reino Unido, como en los Países Bajos y Canadá, pero en ningún momento alude al caso español, aunque sí cita al país al exponer que "hay potencial en todo el mundo, por ejemplo, Australia, Estados Unidos, España, Francia, Alemania y Polonia han inundado todas las minas abandonadas que podrían ser utilizadas como fuentes de energía".
Hunosa ya ha desempeñado esta iniciativa de forma pionera con éxito. Y es que la hullera estatal lleva una década centrada en el potencial del agua de mina para geotermia. Ya a finales de 2008, la firma organizó unas jornadas en el campus de Mieres donde el entonces director general de Ingeniería de Hunosa, Claudio Álvarez Rodríguez, impartió una charla sobre "Agua de mina como recurso geotérmico". Después llegaría el anuncio de que aprovecharían el agua de mina del pozo Barredo, en Mieres, para la climatización de los nuevos edificios del campus universitario: el de investigación y la residencia de estudiantes. Más tarde llegaría también el proyecto para dotar de geotermia con agua de mina al nuevo hospital comarcal ubicado en Santullano. Las miras de la hullera están situadas ahora en la implantación del sistema en los bloques de viviendas particulares, tanto en Mieres como en Langreo.
Precisamente hace unos días, el nuevo director de la Cátedra Hunosa, Antolín Hernández, expuso que "la apuesta de Hunosa por el desarrollo de proyectos de energías económicamente sostenibles es inteligente e irreversible, además de contribuir a la creación de empleo". El desarrollo de la energía geotérmica y sus aplicaciones prácticas son una parte importante de esta apuesta. La empresa pública también ha puesto en marcha en Sama un proyecto de desarrollo de un inmueble de gasto energético casi nulo, el denominado edificio "Gaia". Hunosa ha puesto en marcha un proceso negociado con empresas constructoras para que adquieran el suelo, una parcela ubicada en Sama, y el innovador proyecto.
