"Estoy muy nerviosa, fíu, estoy muy nerviosa". Esas eran palabras de Teresa Díaz, más conocida como "Teresina". A sus 91 años, es la vecina de más edad nacida en los Cuarteles de Santa Bárbara. Y eso, como no, merecía un premio en el día en el que el barrio, pegado a Bustiello, celebraba su centenario. Salió todo a la perfección: buen tiempo, armonía, gente y mucha hermandad, como en los tiempos pasados.

Decenas de personas participaron ayer en la celebración del primer siglo de vida de los Cuarteles de Santa Bárbara. Una misa en la localidad de Bustiello, la parroquia más cercana y donde los vecinos de los Cuarteles hacían su vida normal durante años, fue el primero de los actos. Al mediodía, la iglesia se llenó. No cabía ni un alfiles. Otros decidieron esperar fuera por sus familiares. En el oficio, que estuvo amenizado por música de gaita y tambor, se pudo escuchar hasta el himno de Asturias.

A la salida de la iglesia, reencuentros, abrazos, saludos. Un mar de emociones entre vecinos que no se veían en muchos años. Había que ponerse al día. Encabezados por las gaitas y los tambores, comenzó una procesión entre Bustiello y la carpa instalada en la pista deportiva de los Cuarteles de Santa Bárbara.

Una vez en el pueblo, que fundó en 1917 la Sociedad Hullera Española para dar cobijo a sus mineros, comenzaron los homenajes a sus vecinos. No hubo una comida de hermandad en la calle del Medio, como se hacía antaño, pero sí el reconocimiento a los vecinos nacidos en el pueblo de mayor edad. Una de ellas es Teresina. En un mes cumplirá 92 años. Casi tantos como el barrio donde lleva viviendo toda la vida. "Me presta mucho ver a tanta gente aquí, a tanta gente conocida, estoy muy emocionada y muy nerviosa", señalaba esta vecina, que recibió un ramo de flores y el cariño de todos sus familiares y amigos. Junto a ella también estuvieron Francisco Díaz y Lola Marqués, que también recibieron un homenaje.

Haber vivido en los Cuarteles es ser de los Cuarteles para toda la vida. Vecinos que hacía años que no venían, estuvieron ayer en el pueblo. Fue el caso de Pilar Díaz, a la que el destino llevó a Pamplona, pero que ayer quiso venir con su familia al centenario del barrio. No lo hizo sola, también estaba su hijo Pablo Izquierdo. El joven apenas conoce los Cuarteles de Santa Bárbara, pero ayer también quiso estar. Y no llegó desde cualquier sitio, sino desde Montreal (Canadá). "Estaba en España de vacaciones y me dijeron que había este acto y decidimos venir", señala el joven, encantado con poder compartir con la familia un día tan especial.

En el centenario de los Cuarteles de Santa Bárbara, organizado entre otros por el exconcejal de Foro en Mieres, Fernando Fernández -natural del barrio-, los vecinos no estuvieron solos. El alcalde, Aníbal Vázquez, junto con representantes del resto de formaciones, estuvieron en la iglesia y la carpa compartiendo las preocupaciones de los vecinos. "A ver si ahora con el centenario nos cai algún regalín", comentaba uno de los habitantes de los Cuarteles, mientras la fiesta seguía en la carpa.