Greenpeace puso en marcha ayer en el puerto de La Coruña una acción de protesta en la que bloquearon el almacén de carbón e impidieron la carga de un tren para reivindicar el abandono de las energías "sucias" que considera responsables del cambio climático. Hubo cuatro detenidos.

Dos activistas se han colgado delante de la vía de uno de los puntos de descarga de carbón en los trenes que lo transportan a la central térmica de Meirama, mientras que otros escaladores han colgado una pancarta de 100 metros cuadrados en la cúpula del almacén de Gas Natural-Fenosa con el mensaje "Almacén de Cambio Climático", según informó la organización ecologista. La iniciativa forma parte de la campaña que inició el pasado 1 de septiembre por el Cantábrico a bordo del barco Esperanza, bajo el lema "Misión de Salvar el Clima", con el objetivo de alertar de que quemar carbón es "el principal responsable del cambio climático, además de causar numerosas enfermedades respiratorias, algo que la ciudadanía ha reiterado en numerosas ocasiones".

Con esta acción, Greenpeace espera que "el Gobierno tome cartas en el asunto" y desarrolle una ley de cambio climático y transición energética que establezca, tal y como enumera la organización, un plan de cierre para 2025 de todas las térmicas de carbón, en el que se detalle un plan de transición para garantizar un futuro real y sostenible para las personas que viven en las cuencas mineras y de las centrales de producción eléctrica contaminante.

Greenpeace también reclama a Gas Natural Fenosa que establezca la fecha de cierre de sus térmicas de carbón y que enfoque sus inversiones para acelerar la transición energética hacia un modelo basado únicamente en renovables.