Los gestores del albergue de animales de Langreo salieron ayer al paso de las denuncias por parte de la asociación protectora "Benecane", que se había hecho cargo temporalmente de las instalaciones cuando se licitaba su gestión, sobre el sacrificio de cuatro animales. Los responsables aprovecharon su perfil en la red social "Facebook" para aclarar lo ocurrido, así como otras cuestiones en relación con "Benecane".

En cuanto a los animales sacrificados, destacaron que uno de ellos, macho de pitbull terrier de dos años "era un riesgo para cualquier persona que se encontrase en las instalaciones". Al igual que otro de los perros, una hembra mestiza que tenía "una agresividad extrema hacia cualquier persona que se acercase". En cuanto a los cachorros, aunque sí admitían que "permiten manipulación en condiciones normales disfrutando del contacto y el juego de personas, tienen una fijación extrema con atacar al resto de ejemplares". De hecho, una de ellas llegó a lesionar a uno de los cuidadores, mientras que la otra, que fue adoptada, fue devuelta más tarde "por atacar a un miembro de la familia". Estos animales no tenían posibilidades de adopción, con lo que estarían condenados a estar en la perrera de por vida, un hacinamiento que, como consideran, "no es bienestar animal". Estos no eran los únicos canes considerados como Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) en la perrera, sino que son más de veinticinco los ejemplares. "La gran mayoría de ellos no pueden convivir con otros perros, lo que supone la ocupación de un número de perreras importante respecto al total".

Por otro lado, desde la gestora del albergue dieron cuenta de que cuando llegaron a la perrera "hemos podido constatar la ausencia sin justificación ni registro en el libro de salidas de 21 perros que llegaron al centro desde 2014 y que cuando llegamos nosotros ya no estaban", en alusión a la gestión realizada previamente por "Benecane". Por otro lado, el caso del sacrificio de estos animales también ha tenido gran repercusión en las redes sociales, siendo la gestora y los ediles de Langreo víctimas de insultos y amenazas.