El turismo puede ser una mina para Mieres. La Doctora en Historia del Arte y profesora de la Universidad de Oviedo, Carmen Adams, guió ayer una ruta por el concejo para dar a conocer bienes legados de la actividad industrial que pueden convertirse ahora en un reclamo para los visitantes. "El pasado minero es un buen recurso", afirmó la experta durante el recorrido. Incluyó en su recorrido el IES Bernaldo de Quirós que, bajo la dirección de Carmen Díaz Castañón, se convirtió en un referente para el arte y la cultura: "Esto también es legado de la industrialización", afirmó.

Carmen Díaz Castañón fue directora del instituto entre 1972 y 1991. "Ella impulsó una reforma educativa singular en un municipio minero, donde las expectativas de los jóvenes parecían acabarse en el carbón", afirmó la guía. Aprendió a los chavales a disfrutar del arte, a disfrutar de la poesía. Y, según Adams, "logró su objetivo empíricamente". Entre otros logros de Díaz Castañón consiguió "la creación de una colección de arte contemporáneo, viajes a estrenos teatrales en Madrid y ayudó a traer a Mieres a autores como Alberti, Gala, Paco Nieva y Torrente Ballester". También es responsable de varias generaciones de amantes de la cultura.

La excursión siguió por el pozo Barredo, "donde trabajaron los padres, donde protestaron cuando tenían que protestar, y donde los jóvenes miraban hacia la chimenea, hacia el futuro". Ya en Figaredo, Adams recorrió el entorno del chalé de Figaredo: "Es del arquitecto Rodríguez Bustelo, y ejemplo de la arquitectura residencial no obrera generada por la industrialización". También el Palacio, del arquitecto Rogelio Ruiz. La "joya" en esta ruta era el cementerio protestante, el primero que se construyó en Asturias.

El camposanto se creó para albergar las tumbas de los trabajadores protestantes de Fábrica de Mieres. Guarda la sepultura de Numa Guilhou: "Esta es una parada indispensable. Resulta contradictorio que se levantara este cementerio entre el fuerte catolicismo sin fisuras de la época", explicó la experta.

"Son contradicciones evidentes y enriquecedoras", matizó Adams, continuando el recorrido por la plaza de Abastos y la iglesia de San Juan. El templo, afirmó, "es una obra en hierro salido de Fábrica de Mieres, según el proyecto de Juan Miguel de La Guardia (1904)". El uso del hierro y hormigón destaca también en la iglesia mierense, "pese a su aspecto tradicional".

No es fácil explotar turísticamente los recursos industriales, reconoció la experta. Pero, desde su punto de vista, "este rico patrimonio industrial en el concejo de Mieres es susceptible de atraer visitantes". Eso sí, siempre que el uso sea "responsable". Además, añadió, "conviene complementarlo con otros recursos que completen la experiencia del turista". Unas sidras en Requejo son un buen ejemplo.