El proyecto europeo, enmarcado en el programa "Life", que se está desarrollando para la descontaminación de la antigua mina de mercurio de La Soterraña (Lena) será determinante para la comarca. El plan es pionero y propone el uso de toneladas de escoria y cenizas para la descontaminación de los sueños. Si resulta, el Ayuntamiento de Mieres acudirá a Europa para replicar el proyecto íntegramente en la mina de El Tarronal. En la explotación de San Tirso, por el momento, tan sólo están previstas una serie de pruebas experimentales en el apartado de trabajo de campo.

Los niveles de contaminantes, tanto en La Soterraña como en El Tarronal, son altos. La reclamación vecinal para descontaminar la mina de Lena comenzó hace cuarenta y tres años, cuando la explotación cesó su actividad. Se plantearon varios proyectos, pero ninguno salió adelante. Parece que este innovador plan, con 1,5 millones de euros de financiación mayoritariamente de la Unión Europea, será el definitivo.

Rafael Rodríguez, investigador de La Universidad de Oviedo, coordina el proyecto. También colaboran el Ayuntamiento de Lena y varias entidades. El plan de trabajo, según afirmó Rodríguez en una reciente presentación, ha resultado "muy bien" en las pruebas de laboratorio. El equipo trabaja ahora en los últimos trámites administrativos. Empezarán con el trabajo de campo a finales de año, con un acondicionamiento del lugar que permitirá acometer la limpieza de los suelos.

Es un proyecto de envergadura. Usarán 20.000 toneladas de subproductos para la descontaminación. Los materiales llegarán desde térmicas, cementeras y hornos de acerías de la región. Según explicó Rodríguez, "se utilizarán cuatro subproductos". Estos son las cenizas de las térmicas y los yesos que se utilizan para eliminar el sulfuro de los humos de las centrales. Las escorias son de hornos altos de acerías y de cementeras. En el plano social, tendrán que informar puntualmente a los vecinos de la zona sobre el desarrollo de los trabajos y los objetivos. Tendrá una duración de cuatro años.

La vista está puesta en Lena desde toda Europa, ya que el plan es experimental y podría exportarse a otros países -como Alemania o la República Checa- que tienen antiguas minas de mercurio. En Mieres reclaman prioridad por cercanía. Y es que en el valle de San Tirso, clausurada desde 1973, está la mina El Tarronal.

La explotación se conoce como "el Chernóbil de Asturias". En sus entrañas murieron centenares de personas, víctimas de la intoxicación de mercurio y arsénico. "Era un infierno, vomitaban sangre y se caían desplomados en los vestuarios", afirmaron supervivientes de la antigua plantilla. Un reciente estudio de la Universidad de Oviedo ha revelado que los contaminantes siguen en el subsuelo y en el agua, lo que pone en riesgo a la población del entorno.

El vicealcalde del concejo, Manuel Ángel Álvarez, mostró ayer su satisfacción porque algunas pruebas de campo del nuevo proyecto "Life" estén previstas en El Tarronal: "Sabemos que el grueso del proyecto es para La Soterraña, pero nos alegra que se inicie esta intervención porque abre la puerta a las minas de la comarca y otros suelos de Asturias que están en la misma situación".

El Ayuntamiento de Mieres, en todo caso, es un mero intermediario para la descontaminación de la antigua explotación del valle de San Tirso. El Consistorio no tiene ninguna competencia, según afirmó Álvarez. "El Principado y los propietarios tienen que encargarse de la actuación, por la que los vecinos llevan décadas esperando", añadió el Vicealcalde. Eso sí, desde el gobierno local impulsarán la propuesta ante la Unión Europea, "si el plan de La Soterraña funciona". "Ahora sólo queda esperar que sea un éxito, tal y como parecen indicar las primeras investigaciones", concluyó el representante municipal.