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Tuero pide que el derribo del cuartel afecte lo menos posible al centro deportivo

El director de Deporte afirma que no están fijados los días de cierre por la demolición del viejo edificio y confía en que no cause mucho trastorno

El Palacio de Deportes de Langreo, ubicado a unos metros del antiguo cuartel. FERNANDO GEIJO

El director general de Deportes, José Ramón Tuero, espera que las obras de derribo del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Langreo "afecten lo menos posible" al funcionamiento del Palacio de Deportes Juan Carlos Beiro, que tendrá que ser cerrado durante la ejecución de los trabajos. "Todavía no sabemos durante cuántos días se cerrará. No hay un plazo fijado pero intentaremos causar las menores molestias posibles al usuario", señaló Tuero.

Considera además que las instalaciones no pueden permanecer cerradas durante quince días, que es el plazo fijado inicialmente para desarrollar la actuación aunque éste podría ser finalmente recortado. "Estamos hablando con la empresa adjudicataria pero todavía no hay nada concreto", añadió el director general de Deporte. "Lo normal es que sean unos días puntuales", afirmó José Ramón Tuero, que espera que el centro deportivo permanezca cerrado el menor tiempo posible.

Las obras de derribo del viejo cuartel de la Guardia Civil de Langreo modificarán el funcionamiento del Palacio de Deportes Juan Carlos Beiro, ubicado a escasos metros. Está previsto que los trabajos se inicien en la última semana de este mes o en la primera de octubre. El polvo que se generará afectará al centro deportivo Juan Carlos Beiro, de gestión regional, al no disponer de sistema de purificación. En los próximos días se analizará cómo se llevará a cabo y si se cerrará durante jornadas enteras o si se podrá abrir en determinadas horas del día. "Confiamos en que se cause el menor trastorno posible", dijo José Ramón Tuero. El equipamiento, al que asisten diariamente numerosos langreanos, está ubicado a sólo unos metros del viejo acuartelamiento.

La primera fase de las obras de demolición del edificio se iniciaron la pasada semana. Fue entonces cuando se instalaron las vallas alrededor de una de las fachadas del inmueble y se desmantelaron las cubiertas de fibrocemento (uralita) del pabellón central. Los trabajos continuaron con la retirada de la estructura metálica sobre la que se asentaba esa techumbre en dos de las construcciones. Antes de que se inicie el derribo se limpiará la maleza.

La superficie construida actualmente y que hay que demoler es de 6.457 metros cuadrados, situados en una parcela que en total ocupa 3.974 metros. Pronalón es la empresa adjudicataria de los trabajos aunque posteriormente será Sogepsa, la propietaria de la parcela, la que abonará los costes en tres plazos. Ese es el acuerdo alcanzado por el Consistorio y la sociedad regional para demoler el edificio del viejo cuartel, en cuyo solar prevé habilitar el Ayuntamiento de Langreo un aparcamiento temporal. Sogepsa firmó un convenio con la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado (GIESE), organismo dependiente del Ministerio del Interior, y con el Consistorio langreano para la construcción del nuevo cuartel. Según el documento, la sociedad regional recibiría el solar del viejo edificio y una parcela próxima al nuevo cuartel, cuyo uso sería residencial.

Las discrepancias entre Sogepsa y la GIESE respecto al desarrollo del convenio, que han llegado a los tribunales, retrasaron la apertura del nuevo acuartelamiento, ubicado en la calle La Unión. Pero también demoraron el derribo del edificio de Langreo Centro. Las diferencias se centran en el pago del IVA de la obra y en la propiedad del viejo cuartel. Meses atrás, la Audiencia Nacional decretó que Sogepsa tenía que asumir la propiedad de esa construcción, que ya hizo, aunque presentó un recurso.

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