La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El canto que espantaba al raposu

José Antonio González, "Cantu la Vara", recibe en Riosa el reconocimiento del mundo de la tonada tras 41 años en los escenarios

Participantes en el homenaje al cantante riosano, que estuvo arropado por su familia. J. R. SILVEIRA

José Antonio González Fernández, cantante de tonada asturiana conocido como "Cantu la Vara", ha vivido una de las semanas más intensas y emotivas de su vida. Tras la inauguración en la Casa de Cultura de Riosa del museo y exposición permanente que recopila el patrimonio artístico de su trayectoria musical durante cuatro décadas, el pasado viernes, con motivo de las fiestas del Rosario, recibió un multitudinario, cariñoso y emotivo homenaje por parte sus vecinos y compañeros. Participaron una treintena de cantantes de tonada, monologuistas, gaiteros y cantautores asturianos.

Nació en Oviedo en 1955 y a los cuatro años fue adoptado por Remedios y Manuel -"mis verdaderos padres" afirma-, vecinos del pueblo riosano del Cantu La Vara. Con 26 años entró a trabajar como minero en el pozo Montsacro de Hunosa. Comenzó como "guaje", es decir, como ayudante minero y luego fue entibador y minero de primera. Más tarde vigilante y se jubiló con 44 años como vigilante de primera. Tras dejar la mina se fue a vivir a Torrevieja, en Alicante, "porque el clima era mejor para mi salud ya que padecía de los huesos". Pero añoraba mucho Asturias y se sentía "triste", así que "volví a la tierrina porque me tira mucho esto". Durante sus cinco años de estancia en Alicante ejerció como secretario del Centro Asturiano de Torrevieja.

Su afición por la música comenzó a muy temprana edad, ya que desde guaje cantaba y daba berríes para expulsar lo que llevaba dentro. "Teníamos unes gallines y para espantar al raposu del gallineru cantaba y tocaba una lata con unos palos. Al principio, me gustaba la copla, Manolo Escobar y Antonio Molina. Luego, mis padres tenían unos discos de El Presi, Antonio Noriega y el Tordín de Frieres, y ahí comenzó mi gran pasión por la música asturiana. En el bar que regentábamos en El Cantu La Vara algún cliente pedía música y ahí comencé a coger el gusanillo. Sergio García y Silvino Villanueva, que eran clientes, al calentar el picu se ponían a cantar y ellos fueron mis primeros mentores".

José Antonio tiene grabada en su mente la fecha de su inesperado e improvisado debut: el 1 octubre de 1976. "Me bajé con unos amigos a ver el festival de canción asturiana que se celebraba en el Cine Isabel, de La Ará, con motivo de las fiestas del Rosario y el público, conocedor de mi afición por la tonada, coreó mi nombre y me hizo subir al escenario para cantar junto a mis grandes ídolos, como Vicente Díaz, Agustín Argüelles, el Ruiseñor de Langreo, el Tordín de Frieres, Chucha de Nembra, el monologuista Pandiella y el gaitero Luis de Arnizo. Allí canté por primera vez en público". Interpretó "Hay una línea trazada" y "Voy pa Llanes".

Aquel debut le costó algún que otro disgusto familiar ya que "mi madre pensaba que se reían de mi y tuve una movida muy gorda con ella". Con el tiempo, "ya le pasó ese miedo, pero me costó muchos disgustos. Al final, se convenció y estaba muy orgullosa de mi. Luego ya participé en Mercaplana de Gijón que se retransmitía por la radio. En mi primer concurso alcancé la semifinal y luego en Candás llegué a mi primera final quedando en séptimo lugar. Participé en todos los concursos de tonada que se celebraban en Asturias. En los años ochenta y noventa era muy difícil llegar a las finales porque había un nivel muy alto de cantantes". En 1987 grabó su primer disco con el apoyo de Diamantina Rodríguez, titulado "Soy mineru del Montsacro". En 1994 editó el segundo: "Asturias que rica yeres", con canciones sobre la reconversión minera y siderúrgica. El tercer disco se lo dedicó a su ídolo: "Va por El Presi". El cuarto "A la cima del Angliru" y, el quinto, "Asturias ye mio tierra".

Además de cantar y componer, "Cantu la Vara" también ejerce como maestro: "En 2011 fundé la escuela de tonada de Cangas del Narcea y en 2012 la de Candás". En junio de este año grabó con sus alumnos su sexto disco, titulado "Faciendo escuela". "Tengo alumnos que van desde los 7 hasta los 76 años. Lo hago porque me gusta, de forma altruista y gratuita. En dos o tres años quiero retirarme y no hacer el ridículo por los escenarios. Quise donar mi patrimonio musical al pueblo de Riosa para que miren por ello y lo disfruten ya que estoy soltero y estoy muy agradecido al Ayuntamiento y a todos los vecinos porque siempre me apoyaron". Compatibilizó siempre la tonada con su trabajo como minero y con las labores agrícolas y ganaderas en su pueblo del Cantu La Vara. "Cuando me veía la gente, decían mira al del Cantu La Vara en lugar de llamarme por mi nombre. Estoy muy orgulloso de llevar el nombre de mi pueblo por toda Asturias y por el resto de España, ya que he actuado en Madrid, Galicia, Alicante y también en Bélgica. Siempre vuelvo a mi pueblo para cantar en la fiesta de San Melchor".

"Con doce años ya segaba a guadaña. Mi padre, que estaba silicótico de la mina, enfermó cuando yo tenía quince años y falleció poco después, lo que me obligó a tirar de la casería. Tengo pena porque no me haya podido ver cantar sobre un escenario. Fue una vida dura, pero estoy contento y orgulloso". Gracias a las escuelas de tonada se incorporó mucha gente joven al mundo de la tonada. "Tengo muchas ganas que de Riosa salga algún cantante que siga con mi tradición. Norberto y Dimas el del Rebollín tenían grandes voces, pero lo dejaron pronto. La tonada requiere mucho sacrificio. Llevo 41 en la tonada y hay que cuidarse mucho, sin fumar ni beber".

En su dilatada trayectoria musical fue campeón en los concursos de tonada de Avilés, Lugones y el de Hunosa, y quedó segundo en el Ciudad de Oviedo, Mercaplana y el de Caja de Ahorros de Asturias. Cuando se marchó de El Cantu la Vara tiró a la basura muchos trofeos que ahora tendrían para él un gran valor simbólico. En 1999 se prejubiló y ahora ve el futuro muy negro para su comarca. "Tendrían que habilitar suelo para instalar alguna industria donde ahora está el pozo Montsacro y para que la gente joven tuviera trabajo y no tuviera que marcharse fuera de Asturias".

"Mi afición es cantar, cantar y cantar. Ensayaba por los praos, les cuadres y les caleyes. He sido autodidacta ya que, de aquella, no había escuelas de tonada. Siempre estamos aprendiendo de los que otros nos dejan. No quería que mis recuerdos fuesen a la basura y deseaba que mi gente, mi pueblo, los disfrutaran. Estoy abierto a abrir la tercera escuela de tonada en Riosa si hubiese gente joven para ello".

Al entrar en su nuevo museo de la Casa de Cultura de Riosa lo que primero se observa es una foto de sus padres adoptivos, bajo la cual se puede leer "Un gran honor haber sido vuestro hijo". Remedios Fernández y Manuel González "Quentu", riosanos luchadores y trabajadores, inculcaron a su hijo que en la vida es necesario sacrificarse para salir adelante. El pasado viernes, con motivo de las fiestas del Rosario, recibió un multitudinario, emotivo y caluroso homenaje por parte de sus vecinos y compañeros con un gran festival de asturianía en el que participaron una treintena de cantantes de tonada, monologuistas, gaiteros y cantautores asturianos. Este riosano, ejemplar y de gran corazón, que ha llevado el nombre de su pueblo por toda Asturias, no podrá olvidar las intensas emociones vividas durante esta última semana.

Compartir el artículo

stats