Juan Fernando Rodríguez, "Juanfer", ejerció varios años como profesor en el colegio de Mantimporra (Bimenes) y un día, cuando trabajaba con sus alumnos sobre algunas obras literarias de los siglos XIX y XX como "La aldea perdida", de Palacio Valdés; "La prueba", de Pérez de Ayala, y "Teresa", de Clarín, cayó en la cuenta de que en todas ellas se presentaba a los mineros "como borrachos, vagos y pendencieros, y eso estaba muy lejos de lo que nosotros conocíamos".

"Como muchos de aquellos chavales eran hijos, nietos y hermanos de mineros, les propuse que les hiciesen una entrevista para saber más acerca de su trabajo, su historia, su vida en la mina y sus motivaciones, y de ese modo comprobar si los mineros eran tal y como se les retrataba. Buscaba demostrar que la literatura no reflejaba para nada la realidad". Así lo expresó Juanfer durante el acto de presentación de su libro "Mineros de Bimenes", que tuvo lugar en la Casa de Cultura de El Entrego, organizado por la Asociación Cultural "Cauce del Nalón" en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

"'Mineros de Bimenes' es un libro que nace de la curiosidad de un profesor que es capaz de contagiar a sus alumnos el gusto por investigar y descubrir", aseveró el exconsejero de Industria y amigo personal del autor, Graciano Torre, encargado de abrir el acto. "Estamos ante un trabajo excepcional, tanto por la metodología empleada en su elaboración como por la exhausta información que nos proporciona el libro sobre la vida de los mineros, con testimonios directos de distintas generaciones de mineros y con más de cuatrocientas fotografías que ilustran espléndidamente los contenidos", aseguró Torre.

"Tengo que agradecer enormemente el apoyo de la asociación cultural Los Yerbatos de Bimenes, que editó el libro, así como la luz que me regaló el también yerbato y académico de la Lengua Salvador Gutiérrez, que además es el autor del prólogo", indicó el profesor antes de pasar a hablar "de la dura vida de los mineros en aquellos años en los que el salario era exiguo y se veían obligados a compaginar la mina con el ganado y la huerta. Las jornadas de trabajo eran casi interminables, pues además tenían que desplazarse andando", subrayó.

Han transcurrido más de treinta años desde que aquellos niños que hoy ya no lo son iniciaron una labor que su maestro fue ampliando y digitalizando pacientemente hasta hacer realidad un libro que actualmente está agotado, si bien su autor está trabajando en un nuevo volumen que en esta ocasión versará sobre "los arrieros de la mina", tal y como aseguró el docente, una profesión que se encuentra en peligro de extinción porque en la actualidad casi han desaparecido las cocinas de carbón. Junto a este trabajo, Rodríguez sigue recopilando imágenes de El Entrego y Bimenes con la intención de que no se pierda ese testimonio visual.

Uno de los momentos más emotivos del acto, en el que también estuvieron presentes Xulio Arbesú como miembro de "Cauce" y el teniente alcalde de San Martín, José Ángel Alvarez, llegó con un pequeño documental plagado de imágenes y recuerdos de los mineros de Bimenes que hicieron de la mina su vida y que "nada tenían que ver con el estereotipo ofrecido por la literatura, pues fueron hombres y mujeres buenos, valientes y amantes de su familia y su trabajo", afirmó rotundo Juanfer para finalizar.