La Fiscalía de Asturias investiga al alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez (IU), por un presunto delito de prevaricación por omisión por el envenenamiento de un perro en el barrio de Santa Marina. Las diligencias del ministerio fiscal responden a la denuncia presentada por Liliana Castro, después de que su perrito "Black" cayera gravemente enfermo en diciembre del año pasado. La mierense acudió a un Pleno y grabó un vídeo en el que el Alcalde reconoce que se identificó a las personas que habían vertido veneno, "y se les dijo que no podían hacer eso porque tenemos una empresa que se dedica a hacer ese tipo de cosas". No se aplicó, siempre según lo recogido en el vídeo, ninguna sanción.

"Black" sufrió una grave hemorragia interna, a causa de un envenenamiento con raticida. Estuvo entre la vida y la muerte durante cuatro semanas. Tras muchas horas de atención y vigilancia veterinaria, salió adelante. Días después de que "Black" volviera a casa, el 27 de febrero de 2017, Liliana Castro sorprendió a un matrimonio de Santa Marina colocando el veneno en el barrio. Les pidió que dejaran de hacerlo, según la mierense, pero no llegaron a un acuerdo. Fue entonces cuando Liliana Castro llamó a la Policía Local. Los agentes "ni siquiera les pidieron que lo retiraran".

Liliana Castro emprendió entonces la búsqueda de justicia por su cuenta. Inició una campaña social para exigir que el Ayuntamiento controle y sancione a todo el que vierta veneno en la calle. Consiguió, en unos días, 15.000 apoyos en la plataforma de firmas "Change.org". Una asociación animalista denunció lo ocurrido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mieres. La demanda se archivó, pero fue recurrida.

Ella prefirió la vía administrativa. Por eso, pidió la palabra en el Pleno de junio. Y fue en esa sesión en la que grabó el vídeo que ahora ha aportado como prueba ante la Fiscalía. "Era obligación del Alcalde, como máxima autoridad local, el haber iniciado un expediente sancionador aplicando tanto las ordenanzas municipales como el Código Penal", señaló la mierense. En ambos casos se recogen estas acciones, añadió, como "delitos graves". El regidor, en cambio, admitió en su intervención que no había iniciado ninguna sanción.

"Black", que tiene tres años, está ahora totalmente recuperado. Verlo cada día correr por las calles de Mieres, explicó Liliana Castro, es lo que le da fuerzas para seguir con el procedimiento: "No he dudado en ningún momento sobre lo que estoy haciendo, además he encontrado un gran apoyo social entre mis vecinos", afirmó ayer, paseando junto a "Black". El caso de "Black" no fue el único de envenenamiento de perros que se registró en Mieres. Desde 2012, en Santa Marina, hubo al menos siete perros envenenados. Uno de ellos murió. "Esta información me la ofrecieron en la Clínica Caudal, que fue donde salvaron a 'Black'", señaló Liliana Castro. Pero ningún otro afectado se ha puesto en contacto con ella. Cree que tampoco han presentado denuncia: "No debería ser así, hay que poner lo ocurrido en conocimiento de las autoridades".