El gobierno de Aller quiere terminar de una vez por todas con un problema que trae de cabeza a los vecinos: los excrementos de perros en las aceras del concejo. El alcalde, David Moreno, anunció ayer que se ha iniciado una campaña de vigilancia y que la Policía Local sancionará hasta con 3.000 euros a los que dejen en el suelo las deposiciones de sus mascotas. El anuncio de la campaña tiene su gracia. Es la "caca" de WhatsApp con un aviso: "¿Cómo de grande tengo que ser para que me recojas?".

La campaña contra las deposiciones en la vía pública dará comienzo este mes de octubre. En este sentido, Moreno recordó que el Ayuntamiento "cuenta con una ordenanza municipal de Servicio de Limpieza Viaria y Recogida de residuos urbanos que recoge la obligatoriedad de impedir que sus animales hagan deposiciones en la vía pública y, de no ser posible impedirlo, la obligación de retirar los excrementos de la vía pública y depositarlos en una papelera en un bolsa perfectamente cerrada". Durante la campaña, avisan ya desde el gobierno local, "se aplicará el régimen sancionador, recogido en el artículo 80 de la citada ordenanza". Las multas que se establecen van desde la más leve, de 750 euros, hasta las graves: de 1.500 a 3.000 euros. Moreno señaló que esta campaña es necesaria. De no actuar, añadió, "estaremos generando un auténtico problema de salubridad en el municipio".