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De la bocamina al lavadero

La historiadora Mercedes Fernández dio a conocer en el XVII Congreso de patrimonio geológico en Almadén la ruta por las zonas mineras de Riosa y Morcín

La historiadora, antes de su intervención en el congreso de Almadén.

La historiadora Mercedes Fernández, autora del libro "De la Corona a los accionistas anónimos: la influencia de las Minas de Riosa (1899-1916) en la industrialización asturiana", presentó en el XVII Congreso Internacional sobre patrimonio geológico y minero celebrado en Almadén la ponencia "De la bocamina al lavadero". En ella dio al conocer el itinerario interpretativo del transporte del carbón desde las antiguas explotaciones de las montañas de Riosa y Morcín hasta el lavadero mierense de La Pereda. En este encuentro académico también se dieron a conocer distintos proyectos en Polonia, Italia, Reino Unido, Francia, Méjico y Perú.

Este congreso ha servido como foro científico de debate e intercambio de experiencias y conocimientos de varios expertos que, fuera del ámbito académico, buscan implicar a la sociedad civil para hacerla cómplice, como recurso de futuro, del aprovechamiento y mantenimiento del patrimonio minero. En las jornadas se presentaron 120 ponencias por parte de investigadores de América y Europa, que pretenden establecer un marco común sobre la recuperación y conservación del patrimonio histórico minero amenazado por el abandono y que puede servir como símbolo de identidad y motor de desarrollo económico y turístico.

La historiadora morciniega valora como "muy positiva la acogida en el congreso del proyecto de las antiguas Minas de Riosa así como las acciones llevadas a cabo por la sociedad civil local para ponerlas en valor como motor de dinamización económica y turística. Esto ha permitido que el antiguo trayecto ferroviario de montaña que atraviesa los concejos de Riosa, Morcín y Mieres haya sido objeto de interés por parte de académicos de todo el mundo".

Mercedes Fernández afirma que "la ponencia enlaza con otras experiencias de aprovechamiento de antiguas vías de ferrocarril y de instalaciones mineras de plomo, mercurio y oro. Todos estos proyectos se verán reflejados en una publicación que se editará con las actas del congreso. La extracción del mercurio en Almadén fue objeto de varias ponencias, así como la explotación del plomo en Linares y La Carolina, y las minas de Río Tinto y del Alto Tajo. De Asturias también hubo representación del Ecomuseo del valle de Samuño y de la Senda del hierro de Quirós".

El objetivo de las jornadas celebradas en la localidad manchega fue establecer un marco común para la recuperación y conservación del patrimonio minero, que se encuentra amenazado por el abandono y buscar soluciones que se adapten a las nuevas demandas de la sociedad basadas en la sostenibilidad ambiental, la reactivación del paisaje minero en los espacios afectados por este tipo de actividades industriales y las nuevas formas de entender el ocio y la cultura.

Los concejos de Riosa, Morcín y Mieres, por donde transcurre la vía ferroviaria de montaña de las antiguas Minas de Riosa, estuvieron presentes en el congreso a través de la historiadora Mercedes Fernández, quien realizó su tesis doctoral sobre la Sociedad Anónima Minas de Riosa (1899-1916), trabajo que posteriormente publicó en el libro titulado "De la Corona a los accionistas anónimos", editado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Riosa.

La historiadora defendió durante su intervención la creación de un itinerario interpretativo por los antiguos yacimientos mineros y por las vías ferroviarias de montaña que transportaban el carbón en la sociedad anónima Minas de Riosa, en la ponencia titulada "De la bocamina al lavadero". Cabe reseñar que durante la pasada primavera los Ayuntamientos de Riosa, Morcín y Mieres, impulsados por una veintena de asociaciones y colectivos locales, se implicaron en este proyecto de recuperación medioambiental y defensa del patrimonio minero. La sociedad civil creó la plataforma "Amigos del coto minero de Riosa y Morcín" para la defensa y conservación de los restos de arqueología industrial, con el fin de señalizar y promocionar los vestigios de las antiguas explotaciones y las vías férreas mineras que se encuentran totalmente abandonadas.

La primera acción de esta plataforma tuvo lugar en mayo, con la organización de una marcha reivindicativa por la ruta minera desde el pueblo riosano de Villameri, en la que participaron doscientos senderistas guiados bajo las explicaciones de la historiadora Mercedes Fernández y de José Luis Cabo Sariego, cronista oficial de Riosa. Posteriormente, los integrantes de la asociación cultural "Los Averinos" de Loredo fueron los encargados de organizar en junio la segunda marcha senderista.

Señalización

El fin de ambas marchas fue reivindicar y poner en valor el rico patrimonio arqueológico industrial minero existente en la comarca y dar a conocer la historia de la actividad extractiva del carbón. En ambas ocasiones se leyeron manifiestos para la defensa del patrimonio histórico industrial y se reivindicó que la ruta sea señalizada en un futuro con indicaciones que informen los puntos de mayor interés.

Este otoño tendrá lugar la celebración de la tercera marcha senderista guiada desde el pueblo riosano de Porció, que acogió en 1846 la primera explotación carbonífera del coto minero, hasta Trubia, donde se transportaba mediante "tranvías de sangre" el mineral de coque para su Fábrica de Cañones.

La comunidad científica internacional más acreditada ha tenido conocimiento ahora de esta iniciativa que implica a Riosa, Morcín y Mieres, y que fue acogida con gran entusiasmo por gran parte de los expertos e investigadores que participaron en el congreso internacional de Almadén.

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