El corazón tiene que estar contento y nadie está hablando de amor. El doctor Alfredo Renilla, de la sección de Cardiología del Hospital Álvarez Buylla, asegura que la prevención es la mejor cura para las cardiopatías. Caminar todos los días, comer sano y controlarse a menudo son los principales consejos del experto, que estos días ha dirigido las I Jornadas de Actualización en Patología Cardiovascular en el centro hospitalario del área sanitaria del Caudal (nombrada área VII). Un encuentro que buscaba mejorar los protocolos sanitarios en el área y acercar a los profesionales del centro hospitalario con facultativos y enfermeros de Atención Primaria. Y muy necesario también para los vecinos, que no le dan muchas alegrías al corazón: el 30,40% de los mierenses no comen tan sano como deberían y más de la mitad de los vecinos aseguran pasarse la mayor parte del día sentados.
Dos ejemplos de lo que no se debe hacer. Alfredo Renilla -que, además de doctor de la sección de Cardiología es el director de las jornadas- asegura que vigilar la alimentación es "fundamental" para prevenir las enfermedades cardiovasculares. "Consumimos demasiados hidratos de carbono y mucha grasa", señala el experto. Nada de desayunar, a media mañana, con "pinchito y cerveza". Hay que empezar el día con un desayuno sano y variado y comer bien durante el resto de la jornada. "Es fundamental consumir frutas y verduras, sobre todo verduras", señaló.
La última Encuesta por la Salud del Principado de Asturias reveló que treinta de cada cien vecinos de Mieres tienen un consumo inferior a tres veces por semana de frutas y verduras. "Esta es una de las regiones con un porcentaje más alto de personas con sobrepeso u obesidad, y tener kilos de más no ayuda en la prevención", afirma el experto. Tampoco quedarse sentados frente al sofá o pasar la mayor parte del día sentados, como afirmaron que hacen algo más de la mitad de los vecinos del municipio cabecera del Caudal: "Hay que caminar una hora al día", receta el doctor.
La diabetes y ser fumador o consumidor habitual de alcohol también son factores de riesgo. Aún con todos los cuidados, hay que vigilarse de cerca. Según Alfredo Renilla, "los análisis de sangre anuales son obligatorios para todos, especialmente para los mayores de cuarenta y cinco años". Conocer un desajuste en los niveles de colesterol o glucosa en la sangre puede salvar la vida del paciente.
Disnea (dificultad para respirar), dolor torácico y síncope (pérdida del conocimiento) pueden ser síntomas de una cardiopatía. Las más comunes son el infarto y la arritmia. Pero el doctor recomienda no alarmarse: "Deberíamos de consultar sobre todo aquellos síntomas que son de aparición brusca, que nos impresionan por la sensación de gravedad y que no mejoran en diez o quince minutos". Entonces sí hay que acudir a un centro sanitario, cuanto antes mejor porque en el caso de los infartos el factor tiempo es determinante.
El paciente, en ocasiones, se dirige en un primer momento a Atención Primaria. Las jornadas celebradas en el Álvarez Buylla incluyeron una serie de charlas, ponencias y talleres para actualizar la formación de los profesionales sanitarios cuando afrontan una cardiopatía. Uno de ellos, por ejemplo, la correcta lectura de los electrocardiogramas.
"Las cardiopatías son muy alarmantes y pueden hacer que un profesional no familiarizado se sienta inseguro, por eso queremos actuar de forma conjunta", explica Renilla. El doctor asegura que "estamos detrás de un busca y detrás del teléfono, queríamos que nuestros compañeros de Atención Primaria lo supieran para mejorar nuestro protocolo durante la primera atención o durante el seguimiento". Los doctores están listos. Y los pacientes ya saben cómo se alegra un corazón.
Desfibriladores
El Ayuntamiento de Mieres protege los corazones de sus vecinos. La piscina de Vega de Arriba recibió ayer el primer desfibrilador para edificios municipales. Instala el servicio Gesprin. Se pondrán otros ocho y no se descarta extenderlos a las calles principales. En la imagen, Saúl Martín, concejal de Deportes, y Alexis Varela, de Gesprin.
