La gerencia del área sanitaria VII presentó ayer una denuncia en la Comisaría de Policía Nacional de Mieres en respuesta a una serie de actos vandálicos que se han registrado en el centro de salud Sur. El último incidente grave se produjo a última hora de la tarde del pasado lunes, cuando un grupo de jóvenes incendió la habitación del médico de urgencias al tirar, todo indica, papeles ardiendo por la ventana. Tras saltar las alarmas de incendio, los propios facultativos del servicio procedieron sobre la marcha a sofocar las llamas, con una cama quemada. El problema es que no se trata de un hecho puntual y aislado, según reconocen los responsables sanitarios a nivel comarcal.

Indignados y preocupados. Así reconocen encontrarse los profesional que diariamente trabajan en el centro de salud Mieres Sur, en el que además de encontrarse el servicio de urgencias también están centralizados los servicios administrativos del área. Y es que siempre según la denuncia interpuesta por los profesionales, en los patios que se encuentra en la zona trasera del edificio, la más resguardada, se organizan frecuentemente "botellones". Prueba de ellos son las extendidas pintadas que se aprecian en las paredes y también la acumulación de basura en la zona. Los facultativos tienen sospechas incluso de que en este espacio se está ejerciendo en ocasiones algún tipo de "prostitución".

El problema añadido es que desde hace un tiempo los trastornos generados ya no se circunscriben al entorno del inmueble sanitario. El último incidente fue el incendio provocado el lunes pasadas las ocho de la tarde, que no fue a mayores gracias a la rápida intervención del propio personal de urgencias. La pasada semana los actos vandálicos se localizaron en las cocheras del ambulatorio. Una decena de extintores aparecieron forzados, con su espuma esparcida por todo el recinto.

La gerencia del área sanitaria, muy molesta y preocupada por la dimensión que está alcanzando el problema, tramitó ayer una denuncia ante la Policía Nacional. Pondrán a disposición de los agentes judiciales que lleven el caso las grabaciones de la cámara de seguridad del recinto para ver si es posible identificar a los autores.