La Asociación Cultural "Serondaya" despidió ayer sus fiestas del otoño con una comida de hermandad. Tras el encuentro, que aparece en la imagen, hubo un baile al ritmo de la acordeón de Javier Valdés. Así culminó en Cenera la fiesta de La Serondaya, que cada año se celebra en el valle para poner en valor las tradiciones asturianas. El sábado, la fiesta fue un "amagüestu": castañas para todos, sidra dulce y música durante la noche. Además, el viernes, hubo pregón de Pachi Poncela y homenaje a los emigrantes.