Los planteamientos que los partidos defienden en Asturias y en Castilla y León respecto a la transición energética y, por tanto, a la continuidad de las térmicas de carbón, no parecen ser escuchados por sus compañeros en Madrid. Prueba de ello fue lo ocurrido el pasado martes en el Congreso de los Diputados, cuando PSOE y Ciudadanos apoyaron una iniciativa presentada por Unidos Podemos cuya aplicación supone adelantar a 2020 el cierre de las centrales alimentadas con carbón.

La clausura de las térmicas es una consecuencia de las medidas propuestas, si bien no se citaba textualmente. Este es el argumento al que se acogían tanto el PSOE como Podemos para argumentar su voto pero, ¿sabían realmente lo que estaban votando? El planteamiento que se aprobó en el Congreso era "permitir los mercados de capacidad sólo como una opción de último recurso, y armonizar las reglas; sólo deberían permitirse cuando otras soluciones como las soluciones a la demanda, el refuerzo de interconexiones o el almacenamiento sean insuficientes". La medida alude a que el umbral en todas las centrales no sea "superior a 550 gramos de dióxido de carbono emitidos", que superan todas las térmicas que queman carbón en España. Estas propuestas suelen estar enmarcadas en el seno de la comisión de Energía, donde se mueven representantes de las comarcas mineras y ecologistas de cada partido, quienes mantienen un pulso cada vez que surge este tipo de iniciativas. En algunos casos, y gracias a la presión que realizan desde las autonomías implicadas, las medidas pueden echarse para atrás, pero en este caso parece que no se escuchó a los asturianos y leoneses.

El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, admitió ayer que la medida aprobada "puede generar confusión" y defendió que su partido defendía una transición "justa" del modelo energético. El socialista abogó por "defender el carbón autóctono" y su uso por parte de las térmicas. También anunció una iniciativa parlamentaria para que una parte de las subastas de renovables puedan dirigirse a las cuencas mineras. Horas antes, su partido había enviado un comunicado asegurando que "no había votado a favor de ninguna iniciativa que suponga cerrar las centrales térmicas en 2020". Los socialistas señalaban que "no es una iniciativa para tomar medidas de ámbito nacional e inmediato" e hicieron referencia al citado umbral de las térmicas, señalando que Unidos Podemos "pretendía un umbral de 350 gramos de dióxido de carbono" y ellos consiguieron subirlo hasta 550 gramos "manteniendo la propuesta de la comisión", con lo que sí afectaría a las centrales que consumen carbón.

Emilio León, portavoz de Podemos en la Junta General del Principado, también negó ayer que se pidiese el cierre adelantado de las térmicas. "Es sólo una recomendación para un debate que está teniendo lugar a nivel europeo, lo que se pone sobre la mesa es que los beneficios del sector eléctrico están perjudicando a la industria y a la minería asturiana, porque el 80% del carbón que se quema es importado, y unas recomendaciones para evitar que PSOE y PP sigan dando pasos para desmantelar lo que queda de nuestro tejido productivo e industrial".

En desacuerdo con el PSOE y Podemos se mostró el propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, que calificó de "irresponsabilidad" la moción aprobada en el Congreso que "prácticamente equivale a acabar con la minería del carbón". En su opinión, este planteamiento "no ayuda a la negociación que se mantiene en la UE" y descartó el apoyo del Gobierno central "porque nos llevaría a una situación muy grave".

El rechazo a la medida también llegó ayer desde IU, cuyo partido en coalición con Podemos sí votó la propuesta. El coordinador de la coalición de izquierdas en Asturias, Ramón Argüelles, manifestó ayer su negativa a una "descarbonización exprés" de la economía. Su partido presentará en la Junta General del Principado una resolución para defender la pervivencia de las minas de carbón más allá de 2018 "por razones de empleo y evitar el carbón de sangre importado de países sin derechos laborales". Ya en Asturias, la diputada del PP, Susana López Ares, defendió en Cangas del Narcea que su partido seguirá apostando por mantener el carbón dentro del mix energético. Explicó que en estos momentos el gobierno se encuentra negociando con Europa el nuevo paquete energético y señaló que "lo que estamos defendiendo es que dentro de él, el carbón y la energía de las centrales térmicas tienen que desempeñar un papel fundamental". López señaló que "estamos negociando que las centrales continúen hasta 2050, flaco favor nos hacen cuando la mayor parte del parlamento español le dice al gobierno que tiene que cerrarlas en 2020", concluyó. También hubo críticas ayer desde Foro. Su diputado Pedro Leal acusó al PSOE y Ciudadanos de "engañar" en su postura hacia el carbón. El forista aseguró que estos partidos "dicen una cosa en Asturias y votan la contraria en Madrid y Bruselas". Este planteamiento también fue compartido por la portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, quien consideró que "es un insulto a la inteligencia", dando cuenta de que tanto el PSOE como Podemos defienden posturas contrarias en la región y en Madrid.

Por su parte, el portavoz socialista de Industria en la Junta del Principado, Jesús Gutiérrez, aseguro que él, personalmente, votará en contra si llega a la Junta "una iniciativa de estas características". Con un tono casi amenazante puntualizó que no hará lo contrario "me lo pida quien me lo pida". Así pidió a su partido "coherencia, que es lo que al final da credibilidad". Recordó a Pedro Sánchez que tanto en Asturias como en León se comprometió a defender el carbón: "No apoyar a las centrales térmicas es no apoyar a la minería". Junto a Gutiérrez también salió a la palestra otra socialista, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, quien defendió que la desaparición de las térmicas "tiene que ser paulatina, pactada y acordada, no pueden ser rupturas radicales".

Tampoco se callaron las voces desde el plano sindical. CC OO de Industria denunció ayer que la propuesta aprobada en el Congreso "aniquila el empleo" y equivale a "acabar con la minería y el carbón".