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La protección como BIC de Bustiello suaviza las exigencias para reformar las viviendas

Las obras menores, tanto exteriores como interiores, ya no tendrán que pasar el filtro del Principado, sino que dependen del Consistorio

Vista aérea del entorno de Bustiello. J. R. SILVEIRA

Uno de los mayores temores de los vecinos del poblado minero de Bustiello era que la protección como Bien de Interés Cultural (BIC) sería un impedimento más a la hora de realizar reformas en las viviendas. Contra todo pronóstico, la declaración aprobada la semana pasada en el seno del Consejo de Gobierno suaviza estas exigencias. Hasta ahora, cualquier obra menor, tanto en el interior como en el exterior de las casas, tenía que pasar por el filtro del Principado. El decreto que saldrá publicado esta semana en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), concede al Ayuntamiento de Mieres la competencia para permitir algunos de estos trabajos, con lo que su tramitación será más sencilla.

Formar parte de un territorio declarado como BIC tiene ciertas obligaciones, pero también derechos. Entre ellos, el más destacado sin duda es la exención en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que seguro agradecerán los habitantes de Bustiello. Así vendrá reflejado también en el decreto de la declaración como BIC, tal y como ha podido saber este periódico.

En cuanto a las obras, los vecinos deberán solicitar siempre permiso al Ayuntamiento. Lo que ocurría hasta ahora, es que el Consistorio derivaba todas las peticiones al Principado para que emitieran un informe. Con la nueva declaración será más fácil conseguir los permisos para los trabajos de desbroce y limpieza de parcelas, así como labores de jardinería. En este caso sólo se excluye el talado de árboles, cuya petición sí tendrá que ser analizada desde la Administración autonómica.

Entre las mejoras de interior que sólo precisarán licencia municipal se encuentran las relacionadas con el acondicionamiento de acabados tales como alicatados, solados, guarnecidos, enfoscados, pintados, falsos techos y escayolas, cambio de carpinterías interiores y renovación de aparatos sanitarios y sus instalaciones. En cuanto al exterior de las viviendas, los permisos municipales se concederán para pintar la fachada, aunque siempre sobre colores preexistentes y no disonantes con el entorno. Y es que si se pretendiese un cambio en el color de las casas, sí que habrá que pedir autorización al Principado y argumentar con los pertinentes estudios que el nuevo color era el original de la construcción. También se incluye entre los trabajos menores la limpieza y sustitución de canalones y bajantes. En este caso queda expresamente prohibida la utilización de PVC y en su lugar podrá usarse cobra, zinc y chapa lacada de aluminio. Tampoco puede tener elementos decorativos. También se permitirá la sustitución puntual de tejas y el arreglo de gotera, aunque se hace hincapié que en las edificaciones donde se haya modificado el formato de la teja de la cubierta deberá solicitarse autorización previa a la Administración autonómica.

Además de publicarse en el BOPA, el Ayuntamiento y el Principado han acordado mantener en los próximos días un encuentro con los vecinos de Bustiello para aclararles todas las dudas que puedan surgirles. Así lo había asegurado el concejal de Cultura, Juan Ponte, cuando se conoció la aprobación de la declaración como BIC del poblado minero. El edil había manifestado su "satisfacción" por este paso del que estaba convencido tendrá consecuencias positivas tanto para el turismo como para el empleo. Junto al poblado, la protección también engloba los cuarteles de Santa Bárbara, el hospital de la Sociedad Hullera Española, que se encuentra en muy mal estado, y la mina Dos Amigos. La construcción de Bustiello se inició en 1890 y supuso un ejemplo paradigmático de poblado minero de promoción empresarial, enmarcado en la política paternalista de la Sociedad Hullera Española, una de las grandes compañías mineras asturianas.

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