El pueblo de Boo necesita protección urgente contra la roca de grandes dimensiones que amenaza con desprenderse en El Picu (la parte alta de la localidad). El gobierno local ha recibido ya el informe geológico y las conclusiones son rotundas: son necesarias varias actuaciones, empezando por la construcción de un muro de contención para evitar que los desprendimientos afecten al pueblo. El alcalde, David Moreno, anunció ayer que la obra empezará en unas semanas. "Nosotros iniciaremos la actuación, no es el momento de discutir quién aporta la financiación", afirmó el máximo dirigente local.

La peña de El Picu lleva años generando preocupación a los vecinos. Se trata de un saliente en la ladera de la montaña, con un peso que supera las 720 toneladas. En los últimos meses, las grietas de la base de la roca se hicieron más grandes y los vecinos pidieron al Ayuntamiento que interviniera. Además, el Principado convocó un equipo especial para buscar soluciones. El primer paso, acordaron las administraciones, fue la redacción del estudio geológico (adjudicado a la empresa Geoconsult).

El informe es muy completo e incluye los posibles desencadenantes de la inestabilidad de la roca. Además de la litología y la presión hidráulica, también hace referencia a la pendiente pronunciada de la zona. Otros agentes humanos han intervenido, como las voladuras realizadas para abrir el acceso a El Picu y la subsidencia minera (movimientos subterráneos derivados de la actividad en las minas).

La primera medida que proponen los expertos, también la más urgente, es la construcción del ya citado muro de contención en la carretera. Se levantará en el margen exterior de la calzada para evitar que los posibles desprendimientos caigan sobre la localidad y las viviendas del entorno. El barrio más cercano es el de La Fontica, con tres casas habitadas. Inmediatamente después está Puenxo, también con varias viviendas. En la parte media del pueblo se encuentran los barrios de La Vega y Nuevo Puenxo, mientras que en la baja está la Plaza. Estos últimos barrios, los que concentran más población, sólo se verían afectados si se produce un deslizamiento de la ladera.

Para evitar que la situación llegue a ese extremo, el informe propone otras medidas. Estas son la limpieza y desbroce del talud y medidas de sujeción como la instalación de mallas metálicas y un sistema reforzado con bulones y barras.

"Las obras del muro de contención serán las primeras, la tramitación comenzará en unos días", afirmó Moreno. Mientras esa obra se ejecuta, buscarán el apoyo del Principado para abordar esa obra y también el resto de actuaciones previstas para asegurar la zona. En cuanto a las previsiones de los expertos, el comportamiento de la roca es "impredecible". Pero, hasta el momento, no se han producido derrumbes de más de un metro cúbico.