Las visitas de la Guardia Civil al número 33 de Lantero eran frecuentes y el carácter violento de Raúl Montes Delmiro -el joven de 34 años que falleció el jueves después de que su padre le disparara con una escopeta- eran siempre el detonante. Sus propios progenitores alertaban a los agentes cuando eran agredidos por su hijo, algo que ocurría con relativa asiduidad y "desde muchos años atrás, al menos más de una década", según explicaron fuentes de la investigación. Las llamadas eran menos habituales en los últimos tiempos porque los padres "ya ni avisaban" y porque el joven vivía a caballo entre el domicilio familiar de Lantero, en San Martín del Rey Aurelio, y la casa de su abuela, en Gijón. Algunos vecinos aseguran que las relaciones familiares habían mejorado. Sin embargo, la última disputa acabó en tragedia.

Raúl Montes Delmiro tenía un historial conflictivo, no sólo en el ámbito familiar. El joven -extrabajador de Alas Aluminium, aficionado al gimnasio, "impulsivo" y "muy suyo"", según los que le conocían- fue detenido varias veces por protagonizar peleas en zonas de copas, según la investigación. También tuvo conflictos en el trabajo. Uno acabó en un enfrentamiento físico con un compañero.

Una pelea con su hermano mayor, Marcos. M. D., en el exterior de la vivienda familiar de Lantero, fue lo que desencadenó el fatal tiroteo del jueves. Era la una y media de la tarde. Se había iniciado una disputa en la que Raúl Montes golpeó a su hermano, causándole contusiones en el hombro y la cara por las que tuvo que recibir atención médica. En ese momento medió el padre, Felipe L. M. M., de 59 años, que había estado cazando por la mañana y tenía cerca su escopeta. Hubo varios disparos. Los vecinos escucharon al menos tres. Según la investigación, Raúl recibió dos, uno en la parte baja del tórax y otro en la cabeza. Una de las hipótesis es que, previamente, se hubiera producido otro disparo intimidatorio, para que Raúl dejara de pegar a su hermano.

Las detenciones que había protagonizado en los últimos años, casi siempre por peleas, hablan del carácter violento de Raúl. Sin embargo, sus amigos reconocen que "aunque a veces no medía" era "un chico muy noble que siempre se enfrentaba a las injusticias". En un primer momento se planteó que el joven tenía una orden de alejamiento de su padre. Sin embargo, la Guardia Civil aseguró ayer que no existía ninguna medida de protección de este tipo en vigor.

Felipe L. M. M., detenido por la Guardia Civil, pasará hoy a disposición judicial en los juzgados de Laviana. El hombre está jubilado de la minería y pasó sus últimos años de trabajo en el pozo Sotón. Los que lo conocen destacaban ayer su carácter afable, por lo que les costaba entender que acabase matando a su hijo. La práctica de la caza es una de sus principales aficiones, así como ir de monte. Tenía licencia para manejar varias armas, entre ellas la escopeta que acabó con la vida de Raúl Montes Delmiro.

El concejal de Seguridad Ciudadana de San Martín del Rey Aurelio, el socialista Honorino Montes, es hermano del hombre detenido y tío de la víctima. El edil y varios familiares más se acercaron el jueves hasta la casa, conmocionados, al tener noticias de lo sucedido.