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ESPERANZA DEL FUEYO | Presidenta de los Humanitarios

"San Martín siempre nos salva del agua, es un patrón muy folixeru"

"Esperamos la asistencia de más de 21.000 personas el sábado, gente que llega con el espíritu de vivir nuestra fiesta"

Esperanza del Fueyo. SILVEIRA

San Martín es más un amigo que un santo para muchos alleranos. A él le ruegan para aprobar un examen, para curarse, hasta de mal de amores entiende. Y cada año, el 11 de noviembre, la Sociedad Los Humanitarios -Premio Pueblo Ejemplar en 2007- festeja al patrón como se merece con una romería declarada de Interés Turístico Nacional. Esperanza del Fueyo lleva 17 años al frente de la Sociedad. Estos días está que no para, preparando todo para que nada falle el sábado. Se espera una afluencia masiva en Moreda, con un desfile en el que participarán miles de romeros. Será el momento de disfrutar, bailar a la gaita y beber sidra. Como cada 11 de noviembre, los alleranos se sentarán a la mesa tarde para degustar el menú tradicional: fabada, compango y panchón (un dulce típico allerano elaborado con pan de escanda, mantequilla y azúcar). Nada de contar calorías, un día es un día.

- ¿Cómo afronta esta nueva edición de la fiesta que, además, cae en sábado?

-La afrontamos con buen humor y con la vista puesta en la meteorología. Después de tantos días de otoño buenos, tenemos miedo de que se tuerza. Esperamos que todos los que vengan lleguen con la misma conciencia de siempre: la de pasarlo bien, porque el 11 de noviembre en Moreda es un día de encontrarse con los amigos y disfrutar de la romería al máximo.

- Nunca se ha suspendido el desfile.

-En 2008 estuvimos a punto, cayó mucha agua. Fue el único año en el que la "Xana" (la reina de la fiesta) no pudo ir en el carro del país. Di la orden de no salir, había dicho a los grupos y las bandas que amenizaran al pueblo refugiándose en los huecos de las cocheras. Pero llegaron "les xandes" (carrozas) y dijeron que salían igual, que iban a festejarlo como si hiciera un día de sol radiante. La banda de gaitas, entonces "La viga travesá", también se apuntó. A medio desfile frenó de llover, y llegamos con buen pie. Eso es porque rogamos a San Martín, que tuviera en cuenta lo que habíamos trabajado, y él es muy folixeru. Nos aceptó los ruegos de muy buen grado.

- ¿Es ese el espíritu de Los Humanitarios, seguir adelante aunque llueva?

-Ese fue durante muchos años. Y esperamos que siga siéndolo ahora.

- ¿Hay una buena colaboración de la hostelería y el comercio?

-Cambió mucho la cosa. Más que darte la respuesta de lo que pasa cuando hoy pides colaboración, voy a traer a la memoria cómo era antes. Voy a contarte cómo los hosteleros, antaño, se ponían de acuerdo en cuánto donaban para la fiesta de Los Humanitarios. Veían lo bueno que era que la fiesta saliera bien y se consolidara en lo que hoy es. Eran generosos, porque veían que de aquella generosidad que ponían iban a verse recompensados con creces. Todo nace de lo que nace, si tienes un buen presupuesto tienes unas buenas contrataciones. Lo mismo pasa con los comercios. Y también, por qué no decirlo, con el pueblo. La colaboración con la compra de rifas ha bajado muchísimo. Da la impresión de que a Humanitarios le llueve el dinero del cielo. Nosotros seguimos dando calidad en lo que ofertamos al pueblo, pero tienen que darse cuenta de que todo lo que tenemos se consiguió gracias a la colaboración. Gracias al trabajo conjunto.

- ¿Cuántas personas se esperan para esta edición?

-La vez que más gente hubo, lo calcula la Policía Local, fue el año que fuimos "Pueblo Ejemplar". Ahora hace diez años, y se llegó a superar la cifra de 25.000 personas. Este año, por las previsiones que manejamos y al caer en sábado el festivo, creemos que podremos llegar perfectamente a más de 21.000 personas.

- ¿Piensa que la afluencia repercutirá en todo el concejo?

-Por supuesto. Para eso se hacen las cosas, para dar auge a los pueblos y a su entorno. Se beneficia todo el concejo e, incluso, fuera. En Mieres hay restaurantes que ofrecen el menú de San Martín. Animo a todos los hosteleros que se anuncien bien, porque me da mucha pena que quede un platu de fabes sin poner en la mesa.

- Lleva diecisiete años en el cargo, ¿cómo está de ilusión?

-La ilusión sigue igual que siempre, siempre arriba. Alguien me dijo el otro día que esta fiesta es como otro hijo mío. Y yo digo que sí, no lo niego. Más que un cargo, ser presidenta de Los Humanitarios es un sentimiento, una forma de vida.

- Si la fiesta es un hijo más, "les xandes" son sus sobrinos, ¿cuántas participarán en el desfile del sábado?

-Dieciocho xandes. Un número que me llena de alegría. Porque, la verdad, hubo una época no muy lejana en la que la juventud salía el día del pregón y se quedaba de verbeneo. Casi volvían a casa a la hora del desfile, y era triste ver que había muy poca gente joven disfrutando. A San Martín gracias, los recuperamos. Vieron lo importante que es y lo bien que se pasa en ese desfile. Que hay camaradería, que hay solidaridad. Hay que salir en una "xanda", hay que bailar, hay que cantar. Para mí es una alegría inmensa verlos a todos cantando y compartiendo. Ver a la gente disfrutar de esta, nuestra fiesta. La fiesta de Los Humanitarios.

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