La Agrupación de Vecinos de Mieres rechaza rotundamente el proyecto de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado para quemar combustible derivado de basuras en la térmica de La Pereda: "La contaminación del aire en el concejo es ya del 57 por ciento, cualquier actuación en este sentido afectará a la salud de los vecinos". La Agrupación de Vecinos, que reúne a más de treinta colectivos del concejo, se suma así al movimiento de rechazo iniciado por la Plataforma Antitérmica de La Pereda y los colectivos vecinales del norte de Mieres.

El proyecto para la quema de residuos en la central de La Pereda está incluido en el Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias 2017-2024 y sustituye a la polémica incineradora. El plan supone una inversión de 18,2 millones de euros, de los que casi la mitad se destinarán a la creación de una planta de separación selectiva de residuos en Serín. Así, buscan transformar el 30 por ciento de materia orgánica en combustible sólido recuperado (CSR). A partir de su quema, Hunosa se encargaría de producir combustibles alternativos para La Pereda.

"El Gobierno del Principado de Asturias pretende terminar con el problema de los residuos de la peor manera posible, incinerándolos con todo lo que eso supone", denunció Arsenio Díaz Marentes, presidente de la agrupación. El portavoz vecinal hizo referencia a las emanaciones "que provocará la incineración, que causará la formación de dioxinas y furano policlorados". Estos elementos "proyectados a la atmósfera son altamente contaminantes" y, en ocasiones, "más tóxicas y difíciles de destruir que los compuestos que les dieron origen". "Su cantidad depende de la composición de los residuos que se queman, las condiciones de combustión y de las condiciones meteorológicas. Con esto queremos decir que su comportamiento en la atmósfera es totalmente impredecible", añadió ayer Arsenio Díaz Marentes.

La postura de los vecinos no puede ser más rotunda: "Manifestamos nuestra oposición a tal medida por las consecuencias que implica para todos los ciudadanos del concejo de Mieres", argumentó. Más en concreto, "para los vecinos del entorno de la térmica de La Pereda". En este sentido, Marentes destacó que "esa térmica tiene que seguir cumpliendo el cometido para el que fue concebida". Añadió que la planta no está en una zona apartada, sino rodeada de núcleos habitados: Son La Pereda, Ablaña, Baíña. El Curión y Cardeo, entre otros.

"Con todos ellos nos solidarizamos y les respaldaremos en sus decisiones", afirmó el presidente de la Agrupación de Vecinos de Mieres. El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, había anunciado el proyecto en La Pereda como "una alternativa" para "la sociedad asturiana en su conjunto". Los vecinos, si el Principado no da marcha atrás, convocarán movilizaciones como señal de rechazo.