El desarrollo de las obras del soterramiento de Feve en Langreo (la ejecución del falso túnel concluyó en septiembre) ha dejado importantes problemas a algunos de los vecinos que residen en la zona afectada por los trabajos. Entre ellos se encuentran los del barrio Urquijo, que denuncian la aparición de grietas en las viviendas, así como desconchados en las paredes en los edificios y daños en el mobiliario urbano. El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Emilio Silva, señaló ayer que "estamos cansados de que no se nos haga caso y algunos vecinos están pensando en presentar una denuncia contra la empresa que hace la obra".
Estos problemas, como aseguró Silva, "afectan al noventa por ciento de los vecinos; quien no tiene una grieta tiene otro desperfecto en su casa que no estaba antes de que empezasen las obras". En teoría, la empresa facilitó un número de teléfono a los vecinos para que les trasladasen los problemas que se diesen por las obras, "pero después no viene nadie a solventarlo, y tenemos miedo de que una vez que terminen las obras del soterramiento (falta la instalación de las vías en el falso túnel), se marchen sin arreglarlo".
Consecuencias
Tampoco están contentos los vecinos del barrio Urquijo con el estado de conservación de las calles a consecuencia de las obras. "Hay un lío tremendo de tráfico con las obras del soterramiento, el mobiliario urbano está destrozado y los vehículos están aparcando encima de las aceras, cerrando el paso a las casas", denunció el presidente del colectivo vecinal. Estas quejas fueron trasladadas al Ayuntamiento de Langreo, "pero nos dicen que es un problema de civismo, sin darnos más soluciones". El soterramiento no es el único quebradero de cabeza de estos vecinos, que se quejan de sufrir "un total abandono; nos pasamos semanas sin ver una barredora y el barrendero tampoco pasa con demasiada asiduidad".
Silva también aludió a los trabajos de reasfaltado que está realizando durante estos días el Principado en las calles aledañas, con las labores de pavimentación y sustitución de las vallas del soterramiento. "Están muy bien, pero eso se enmarcan más en la zona de Langreo Centro y no se miran los problemas de verdad, como los que estamos sufriendo en el barrio, queremos que nos lo dejen tal y como estaba antes de empezar las obras".
Por otro lado, el presidente de la asociación hizo hincapié en la preocupación que sienten por las posibles afecciones del tráfico ferroviario en sus viviendas una vez que esté soterrado: "Nos han trasladado que no habrá problemas con nuestras casas, pero no tenemos tan claro que sea así".
