El PP pasó ayer factura al PSOE por su apoyo en el Congreso de los Diputados a la moción de Unidos Podemos que recoge una propuesta que supondría en la práctica el cierre de todas las centrales térmicas que queman carbón en 2020. La diputada regional Gloria García, en concreto, esgrimió contra los socialista un recibo de cuatro cifras. Afirmó que el cierre adelantado de las térmicas a 2020, derivado de una posible retirada de los pagos por capacidad a las instalaciones que superen emisiones de CO2, afectaría en toda la región a 600 empleos directos y a otros 1.000 indirectos. Es decir, el PP sostiene que la medida aprobada en el Congreso por Unidos Podemos, PSOE, Ciudadanos, entre otros, le costará a la región 1.600 empleos.

Gloria García, acompañada por el diputado nacional Ramón Cañal, anunció una moción en los ayuntamientos de las cuencas para expresar el rechazo del PP a esta medida que "en la práctica supone el cierre de las térmicas y por consiguiente de las minas que pudieran seguir en activo a partir de 2018". El anuncio se produjo a mediodía, antes de que Iberdrola hiciera público el cierre de la planta de Lada.

La diputada regional del PP repasó las medidas contrarias al carbón del PSOE, tanto en la etapa de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como en la de Joaquín Almunia como comisario de la Competencia, recordando que la UE había marcado un plazo hasta 2050 para la adaptación de las centrales térmicas a las nuevas exigencias medioambientales. "El PSOE votó siempre, como ha hecho ahora, en contra de la continuidad del sector y ahí están las actas de la comisión europea y el propio BOE para atestiguarlo".

Cañal remarcó en que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero "desvió" 3.500 millones de los Presupuestos Generales del Estado que "no llegaron al Instituto del Carbón". Afirmó que el Gobierno central trabaja para "garantizar" el mantenimiento del carbón en el mix energético más allá de 2019.