Tres kilómetros circuló en dirección contraria por la autovía A-66 un conductor ebrio, vecino de Lena, antes de causar en Mieres un brutal accidente en el que resultaron heridas cinco personas. Hasta tres coches se llevó por delante al volante de una furgoneta, causando lesiones especialmente graves al ocupante del primero de los turismos, al que embistió frontalmente. Se trata de un joven de 27 de años que ayer pasó el día en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Central de Oviedo (HUCA). El conductor kamikaze dio en la prueba de alcoholemia un resultado de 0,76 miligramos por litro en aire. Es decir, triplicó el límite permitido e incluso superó ampliamente el listón a partir del que las alcoholemias son consideradas delito (0,60 mg/l). La Guardia Civil le ha imputado, en este caso, un doble delito, el de alcoholemia y el de conducción temeraria.

El accidente se produjo a última hora de miércoles, alrededor de las diez y media de la noche. El conductor imputado pretendía abandonar la localidad de Ujo y coger la autovía en dirección a Oviedo. A la hora de transitar por el enlace, en vez de tomar la segunda salida, la correcta, accedió a la calzada por la primera, comenzando a circular en sentido contrario, por la vía en dirección a León. Durante tres kilómetros, gracias al escaso tráfico, logró avanzar sin obstáculos. Pero ya casi a la altura del enlace de Mieres, al salir de la curva previa a la recta que conforma la travesía urbana, se encontró de frente con tres coches, que se llevó por delante de una tacada.

Como era de esperar, la peor parte se la llevó el único ocupante del primer turismo que arrolló la furgoneta. El hombre, de 27 años, tuvo que ser excarcelado por los bomberos. Los equipos de rescate tuvieron que retirar la puerta del conductor y abrir hueco en el salpicadero para poder liberar al joven, que estaba atrapado por las piernas. Fue trasladado al Hospital Álvarez- Buylla, que se encuentra muy cerca del lugar del siniestro, pero debido a la gravedad de las lesiones fue enviado al HUCA, donde ayer permanecía ingresado con pronóstico reservado.

En el segundo coche viajaba una pareja. El hombre, que conducía, sufrió lesiones leves, pero la mujer tuvo que ser también excarcelada. Los bomberos pudieron sacarla del vehículo por la parte trasera del mismo. Ayer permanecía ingresada, en planta, en el hospital de Mieres. Los ocupantes del tercer coche, al igual que el del segundo, fueron dados de alta.

El conductor kamikaze también tuvo que ser excarcelado, pero en su caso no sufrió lesiones de consideración. La Guardia Civil, tras leerle sus derechos, lo detuvo mientras se realizaron las diligencias del atestado. Finalmente fue puesto en libertad con los cargos de alcoholemia y conducción temeraria.

Testigos presenciales aseguraron ayer que el escenario del accidente era alarmante, con vehículos destrozados y un operativo de coches patrulla, camiones de bomberos y ambulancias con toda su parafernalia de luces iluminando la autovía en plena noche. Del primer al último de los coches siniestrado había unos 200 metros, lo que da cuenta del alcance de los impactos. "Al verlo pensé que las consecuencias iban a ser incluso peores", señaló ayer un testigo del siniestro tras conocer que no había habido víctimas mortales. La circulación por la autovía en sentido León estuvo cortada hasta casi la una de la madrugada. El tráfico se desvió por el casco urbano de Mieres.