"Estamos un paso más cerca de poder recuperar los restos de nuestro abuelo". Así lo aseguraba ayer Antonio Naves, uno de los nietos de Luis Cienfuegos Suárez "Parana", asesinado en 1937 y arrojado a una fosa común en el monte, en el puerto de Pajares, en la zona conocida como Parasimón. Precisamente allí, Antonio, junto a su hermano Luis Naves y un primo, Luis Cienfuegos, profundizaron ayer en los trabajos para confirmar la existencia de un segundo enterramiento en la zona -tal y como habían detectado el pasado septiembre- y sus características. En principio, en esta nueva fosa podría haber hasta una docena de víctimas.

Las labores que ayer realizaron junto al arqueólogo Antxoka Martínez dieron sus frutos. "Encontramos dos vainas más y un fragmento de bala", señalaba Antonio Naves. Unas evidencias que vienen a confirmar la teoría de que en Parasimón existen dos fosas con víctimas de la represión franquista, una de ellas ya investigada. Calculan que, entre ambas, haya unas 24 víctimas enterradas, una docena en cada espacio. El objetivo último es la exhumación de los cuerpos para su posterior identificación.

Fue hace siete años cuando los familiares de Luis Cienfuegos Suárez sintieron estar cerca de descubrir su paradero. Celesto García, un vecino de Lena, ofrecía un testimonio clave de lo que había sucedido en 1937. El hombre, ya fallecido, y que en los albores de la guerra civil apenas contaba 16 años, vio como "paseaban" a un grupo de hombres cerca de la zona de Parasimón. En aquel grupo reconoció a "Parana", como conocían sus amigos a Cienfuegos. Celesto también dio pistas de que era posible que aquellas víctimas no estuvieran en un mismo lugar. También vio como los soldados dividían en dos grupos a los hombres a los que iban a dar muerte.

En 2014, los familiares de Luis Cienfuegos Suárez, junto con un grupo de arqueólogos, comenzaron a buscar la fosa en la zona de Parasimón. Rastrearon la parte de la ladera que Celesto les había indicado, y lograron detectar el primer enterramiento. Aunque avisaron a la autoridad judicial, finalmente no se procedió a la exhumación de la fosa en aquel momento.

Casquillos

El pasado septiembre se retomaron los trabajos para tratar de hallar la segunda de las fosas en Parasimón. Y a unos 200 metros del primer enterramiento, los arqueólogos hallaron evidencias claras. "Se encontraron una veintena de cartuchos y balas, lo que daba una idea clara de que ahí había otro enterramiento", señaló Toño Naves. Esas pruebas se analizaron y dieron como resultado que los casquillos eran del mismo tipo y del mismo lote que las halladas en el primer enterramiento.

Aprovechando la visita que este fin de semana realizaron a Asturias los familiares de Luis Cienfuegos, que viven en Madrid, quisieron aprovechar para realizar algunas mediciones en la zona. Usando un magnetómetro -popularmente conocido como detector de metales- el arqueólogo Antxoka Martínez encontró en la misma zona otros dos cartuchos y un fragmento de bala, en la parte del segundo enterramiento. Según explicó Naves, el espacio podría tener una extensión de entre 50 y 60 metros cuadrados, y se ubica entre unos abetos en la misma ladera que la primera fosa. "Calculamos que pueda haber entre 10 y 12 personas en cada enterramiento", señaló Naves.

Verano

Con las dos fosas perfectamente documentadas y localizadas, el siguiente paso será el de realizar catas en la zona. "Antes del verano vendremos con un equipo mucho más sofisticado y con mas medios humanos para realizar algunas catas y ver qué nos encontramos", señaló Toño Naves, que pidió a las administraciones que se involucren en la recuperación de la memoria.

Una vez que esas pruebas se lleven a cabo, el siguiente objetivo de la familia de Luis Cienfuegos es precisamente uno por el que llevan años luchando. Exhumar los restos de las fosas de Parasimón y poder dar sepultura a los restos de su abuelo, "Parana".