Una morciniega, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. L. S. M., ha sido condenada a dos años de cárcel por quemar un hórreo propiedad de su expareja, Guillermo González, en la localidad de Peñanes (Morcín). Los hechos tuvieron lugar el 17 de enero de 2016, a primera hora de la tarde, y el incendio puso en vilo a todo el pueblo por la proximidad de las viviendas. Ella tendrá que pagarle, además, 20.625 euros como indemnización y cumplir una orden de alejamiento de 300 metros durante tres años. El hombre asegura que está "satisfecho" con la sentencia y que espera que cesen las amenazas y los atentados contra sus bienes: "Ya había intentado quemarme una cuadra otra vez", afirmó ayer González a LA NUEVA ESPAÑA. El hórreo era un bien patrimonial de más de 350 años de antigüedad. La mujer no tiene antecedentes y no ingresará en prisión.

M. L. S. M. y Guillermo González mantuvieron una relación que había terminado años antes de que se produjera el suceso. Cuando se acabó esa relación, según explicó ayer González, "dijo que iba a hacerme mucho daño". Así empezaron una serie de amenazas, que pasaron a mayores en varias ocasiones: "Intentó quemar una cuadra que está al lado de mi casa, pero entonces pudimos apagar el fuego y no pasó nada", señaló ayer el hombre. En otra ocasión intentó incendiar la perrera pero, afortunadamente, fracasó.

Sí llevó a término su plan el 17 de enero de 2016. Ese día, Guillermo González no estaba en casa. La sentencia, dictada por el titular del Juzgado número 2 de Oviedo, considera un hecho probado que M. L. S. M. "acudió a la localidad de Peñanes y, movida por el resentimiento que sentía hacia quien fue su pareja, (...) prendió fuego sobre la madera que existía en el interior de un carro situado en la zona sur del hórreo, haciendo uso para ello de algún material combustible líquido no determinado a fin de facilitar y acelerar la combustión".

El hórreo está junto a la casa de González, pero el lugar concreto donde se produjo el incendio queda fuera del ángulo de grabación de unas cámaras de seguridad en la fachada. M. L. S. M. reconoció que estuvo en el entorno de la casa el día de los hechos. Declaración corroborada por la grabación de las cámaras. A las 15.55 horas, la mujer aparece delante de las cámaras, busca algo que tiene en el bolso y sube las escaleras de la casa. Saca fotos, tira un beso y saluda a la cámara. Unos minutos después reaparece, señala una sortija, unas cortinas que ella confeccionó y unas plantas. A las 16 horas, la cámara la graba al lado del hórreo, desaparece por la parte de atrás. A las 16.20 horas empieza a salir humo por debajo del inmueble y a las 17.10 horas ya hay llamas. Las cintas se aportaron como prueba.

Bomberos

Un vecino se acercó al lugar para apagar las llamas, muy próximas a las casas, pero fue precisa la intervención de los bomberos. La condena de M. L. S. M. incluye el pago de 1.775 euros al Servicio de Emergencias del Principado de Asturias. También indemnizará con 6.875 euros a los otros dos dueños del hórreo (González era copropietario, con dos tercios de la propiedad).

El hórreo tenía un "alto valor patrimonial", tal y como aseguró González -representado por el abogado José Carlos Botas-. También quedó patente en el juicio, a través de informes periciales. El valor se rebajó sustancialmente porque el inmueble no había sido declarado bien inmueble del patrimonio histórico. "Es seguro que era un bien del pueblo que no vamos a recuperar", lamentó González.