La crisis interna que se abrió en el gobierno local de Langreo cuando el Alcalde destituyó a Tamara Argüelles como concejala de Cultura -después de que la edil de IU pidiera a personal municipal que la fuera a buscar en coche a su trabajo, en Oviedo, para asistir a comisiones municipales- se cerró ayer tras la renuncia de Argüelles a su cargo como concejal. Una decisión que Argüelles comunicó ayer en el Pleno, no sin antes contribuir con su voto a que se aprobasen los presupuestos del próximo año. La edil asumió públicamente su "equivocación", aunque también criticó el "linchamiento" al que ha sido sometida estos días. "Sinceramente, creo que el calibre de mi error no era merecedor de tales reacciones", aseguró. Después abandonó la sesión y presentó por registro su renuncia al acta de concejal.

La todavía concejala se mantuvo callada durante todo el debate de los presupuestos, que salieron aprobados únicamente con los votos del gobierno local (IU-Somos), mientras que el resto de la oposición votó en contra. Esperó a los ruegos y preguntas para manifestar que su voto había sido favorable "por disciplina política y de partido, aunque no esté de acuerdo con el presupuesto". También aprovechó para criticar los recortes en el área de Cultura, de la que era hasta ahora su responsable. Más tarde relató que "los días 19 y 24 de octubre cometí el error de utilizar un coche municipal, que fue a recogerme a mi nuevo puesto de trabajo para poder asistir a dos comisiones las que se debatían los presupuestos". Siguió explicando que "me equivoqué y de forma consciente pensé que para los intereses de los vecinos de Langreo sería menos lesiva mi asistencia a dichas comisiones -que no tuvieron debate previo interno- que la utilización de dicho vehículo; ahora he podido comprobar que tanto mi pensamiento como mi actuación fueron erróneos". Argüelles también anunció que había solicitado abonar el importe por el uso del vehículo municipal.

Finalmente, confirmó que había "decidido tomar la decisión firme e irrevocable de dimitir de todas las responsabilidades y poner mi acta de concejal a disposición de mi organización política, el Partido Comunista". Aludió, además, a la "forma totalitaria por la que se rige esta institución" y criticó que se hiciera público el problema "antes de poder analizar la situación y debatir con serenidad los problemas continuos que venimos teniendo en esta institución; me parece un acto de irresponsabilidad política y ha contribuido a propiciar el linchamiento al que he sido sometida durante estos días".

Cuentas

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Pero la renuncia de Argüelles no era el punto principal de la sesión plenaria, sino la aprobación de sus presupuestos para 2018, que suman un montante de casi 30 millones de euros. La oposición en bloque se mostró contraria a estas cuentas y aprovechó para criticar cuestiones como el endeudamiento, al pedirse un nuevo crédito de un millón de euros, o la realización de inversiones en propiedades no municipales, como la mejora del aparcamiento de la calle Alfonso Argüelles o las gradas en el campo del Alcázar.

El alcalde, Jesús Sánchez, aseguró que, sobre la deuda "el año que viene tendremos tres millones menos que cuando entramos en el gobierno", y sobre la participación, pidió más "valentía" a la oposición.